A su paso por el norte de Cuba, el huracán Irma arrancó tejados y anegó cientos de kilómetros de costa tras devastar otras islas en el Caribe, dejando un rastro de destrucción y al menos 22 fallecidos por el momento.
El domingo temprano, mientras Irma dirigía sus potentes vientos hacia Florida con vientos de 215 kilómetros (130 millas) por hora, las autoridades de la isla evaluaban sus consecuencias y advertían de grandes daños en los cayos de la costa norte, plagados de centros vacacionales y ciudades, además de pérdidas en los cultivos del centro de la isla.
Por el momento no se reportaron muertes en Cuba, un país que se enorgullece de su preparación para este tipo de desastres.
Las autoridades intentaban restaurar la electricidad y limpiar las calles al tiempo que advertían a la población que no salga a la calle en La Habana porque las inundaciones podrían continuar hasta el lunes.
Los habitantes de “la capital deberían saber que las inundaciones van a durar al menos 36 horas más. En otras palabras, van a persistir”, dijo el coronel de Defensa Civil, Luis Ángel Macareno, el sábado en la noche, añadiendo que el agua había entrado unos 600 metros (2,000 pies) en La Habana.
Tras el paso de Irma, soldados cubanos recorrían localidades costeras obligando a sus residentes a marcharse y llevando a la gente a refugios habilitados en edificios gubernamentales, escuelas e incluso cuevas.
Imágenes de video del norte y el este de Cuba mostraron postes de servicios y señales arrancados, muchos árboles caídos e importantes daños en tejados.
Testigos dijeron que un museo provincial cerca del vórtice del meteoro quedó en ruinas. Y en la ciudad de Santa Clara, 39 edificios se derrumbaron, según las autoridades.
Más de 5 mil turistas fueron evacuados de los cayos ante la costa norte y central de la isla, donde el gobierno ha construido docenas de centros turísticos en los últimos años.
Las autoridades intentaban calcular la magnitud de los daños en el este de la isla, donde hay cientos de comunidades rurales y campos de cultivo, dijo Gregorio Torres, funcionario de Defensa Civil.
En Caibarién, una pequeña ciudad costera a unos 320 kilómetros (200 millas) al este de La Habana, el viento derribó líneas eléctricas y el agua anegó una superficie de tres cuadras.
Muchos residentes se habían quedado en sus casas esperando al paso de la tormenta.
Antes de azotar Cuba, Irma provocó caos en el Caribe, donde devastó las paradisíacas islas de San Martín, San Bartolomé, Santo Tomás, Barbuda y Anguilla, donde muchos afectados se sienten abandonados.
Puerto Rico y República Dominicana no reportaron daños graves tras el paso del potente meteoro. Gran parte de la región francesa del Caribe está sin servicio eléctrico.
El portavoz del Gobierno de Francia, Christope Castaner, dijo el domingo en entrevista con Europe1-CNews-Les Echos que entiende “perfectamente el enojo” de las personas en las islas del Caribe, pero también defendió la respuesta del gobierno y dijo que la ayuda de emergencia era “prioridad”.
Muchas de las víctimas de Irma huyeron de sus maltrechas islas en transbordadores y barcos de pesca por miedo a que el huracán José destruyera lo poco que dejó en pie el anterior, pero esta nueva tormenta se desvió antes de causar más daños.
En el lado holandés de San Martín, una isla dividida entre Francia y Holanda, un 70% de las viviendas quedó destruida por Irma, dijo el Gobierno de los Países Bajos.
El primer ministro William Marlin dijo que unos mil 600 turistas fueron evacuados y están trabajando por sacar a otros mil 200.
Agregó que muchos gobiernos les han ofrecido ayuda, pero las autoridades están esperando a que mejoren las condiciones climáticas para poder coordinarse.
Francia y Holanda informaron que sus islas en el Caribe quedaron a salvo del huracán José, ya que pasó más lejos de lo previsto.
El viernes se reportaron saqueos y disparos en San Martín y donde se impuso un toque de queda, como en San Bartolomé.
Las autoridades francesas y holandesas anunciaron que enviarán cientos de soldados y policías para ayudar a mantener el orden en la región.