El presidente Daniel Ortega dijo que no adelantará las elecciones en Nicaragua, a pesar de las manifestaciones en las que han muerto más de 300 personas en los últimos tres meses, pero que está abierto a continuar un diálogo mediado por la Iglesia católica.
En una entrevista grabada difundida el lunes por Fox News, Ortega negó que él controle a grupos paramilitares a los que se responsabiliza de la mayor parte de los homicidios, y dijo que estos están respaldados por sus opositores políticos y por intereses extranjeros.
Eso contradice lo que organizaciones internacionales y grupos nicaragüenses pro derechos humanos han documentado.
La semana pasada, la Organización de los Estados Americanos adoptó una resolución en la que condena las violaciones a los derechos humanos cometidas por la policía del país y por civiles armados partidarios del gobierno.
El mandatario dijo que su gobierno fue elegido por el pueblo.
Las próximas elecciones están programadas hasta 2021, y entonces se verá quién seguirá al frente de la presidencia, señaló.
Ortega también se deslindó de los ataques a la Iglesia católica, cuyas instalaciones y clérigos han sido blanco de diversas agresiones en las últimas semanas.
En un discurso la semana pasada sobre el aniversario de la revolución nicaragüense, el presidente acusó a los obispos de trabajar en conjunto con conspiradores que traman un golpe de Estado, y dijo que ello los descalifica como mediadores. Pero en la entrevista el mandatario se mostró conciliador e invitó a la Iglesia católica a continuar con el diálogo, para que éste pueda crecer y desarrollarse de forma abierta, según dijo.