Daniel Ortega sigue bajo presión en Nicaragua

Daniel Ortega sigue bajo presión en Nicaragua


El presidente nicaragüense Daniel Ortega continuaba bajo presión este lunes, pese a que revocó la reforma del sistema de pensiones que detonó una ola de violentas protestas, saqueos y choques con la policía que dejaron al menos 28 muertos.

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El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), que ha sido aliado de Ortega en sus 11 años en el poder, mantuvo la convocatoria a una marcha contra el gobierno para este lunes, mientras los estudiantes que iniciaron las protestas insisten en que no cesarán su movimiento.

Igualmente, el clima de distensión que intentó crear Ortega con el retiro de la reforma a las pensiones se disipó con una violenta arremetida policial la noche del domingo en la sede de la Universidad Politécnica, donde estaban atrincherados los manifestantes opuestos al gobierno.

El lunes las calles de Managua lucían vacías, sin circulación de autobuses y varias empresas reportaron una baja asistencia de los empleados a sus puestos de trabajo.



Ortega buscó el domingo aplacar la furia de las calles revocando los aumentos en las contribuciones obreras y patronales al fondo de pensiones que administra el Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS).

Esos incrementos fueron la chispa que encendió las protestas iniciadas el pasado miércoles por un grupo de estudiantes, que rápidamente se extendió a otros sectores de la sociedad.

"Las protestas ya no son solo por el INSS, es contra un gobierno que nos niega libertad de expresión, libertad de prensa y de manifestarnos pacíficamente", declaró a la AFP Clifford Ramírez, un estudiante de Ciencias Políticas de 26 años que participó en el inicio de las marchas. "Creemos que ya no hay espacio para el diálogo", agregó Ramírez en una conversación telefónica.

Las manifestaciones iniciadas por los estudiantes recibieron apoyo de pobladores de barrios que salieron a sonar cacerolas, obreros y jubilados disconformes con la corrupción que ven en el gobierno y el deterioro en sus condiciones de vida.

Las protestas recrudecieron el fin de semana, con barricadas de piedras y llantas incendiadas en las calles, mientras turbas saquearon comercios en varios puntos de la capital.

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