Los abogados del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva presentaron este viernes 14 de julio un recurso cuestionando la sentencia del juez que lo condenó a 9 años y medio de cárcel por corrupción.
La defensa del exmandatario pide explicaciones al juez Sergio Moro sobre diversos puntos del fallo que, a su parecer, contiene "contradicciones, omisiones y oscuridades".
En el documento, divulgado este sábado 15 de julio, cuestionan la imparcialidad de Moro, sostienen que ignoró pruebas y testimonios favorables al expresidente y que la pena aplicada es desproporcionada. Después de que Moro responda estos cuestionamientos, los abogados de Lula apelarán ante un tribunal de segunda instancia, dijeron.
Lula reiteró este sábado que no existen pruebas que justifiquen su condena, y dijo, en un acto del Partido de los Trabajadores (PT), que es el pueblo el que debe juzgarlo. "Mientras [los jueces y fiscales] no prueben nada contra mí, voy a recorrer este país para que ustedes me juzguen", insistió en el evento celebrado en el interior de Sao Paulo.
Es su segundo discurso público desde que el miércoles el juez Sergio Moro lo condenó a nueve años y medio de cárcel por corrupción y lavado de dinero en medio del megaescándalo de corrupción de Petrobras, popularmente conocido como caso Lava Jato.
Según la acusación, Lula es el propietario de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo) ofrecido por la constructora OAS a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras.
Por decisión de Moro, el líder del PT, que enfrenta otras cuatro causas penales, puede apelar la sentencia en libertad y solo vería impedida su candidatura a las elecciones de 2018 si fuera condenado en segunda instancia.
Lula, ícono de la izquierda latinoamericana, atribuye la sentencia a una estrategia para sacarlo del mapa electoral. "Me están juzgando políticamente", reiteró este sábado, arropado por partidarios que le devolvían aplausos coreando "¡Lula, guerrero del pueblo brasileño!".
"Están juzgando nuestro gobierno, las cosas que hicimos en este país", añadió el exdirigente sindical que enfrentó a la dictadura militar (1964-85) y colocó a Brasil en el mapa mundial, logrando sacar a 30 millones de la pobreza.
Condenarlo a prisión y dejarlo fuera de la contienda electoral respondería, según Lula, a una estrategia más amplia para destruir al PT, que en 2016 cerró un ciclo de 13 años de gobierno cuando su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff, fue destituida por el Congreso acusada de manipular las cuentas públicas, y reemplazada por su vicepresidente, el conservador Michel Temer.