La defensa del general Efraín Ríos Montt, acusado de genocidio, busca detener el inicio del nuevo juicio contra el militar programado para el 23 de julio por su estado de salud.
El abogado defensor Jaime Hernández argumentó que el juicio no puede empezar sin que el general este presente, pero que el imputado no puede acudir a las audiencias debido a quebrantos de salud."El general Ríos Montt ha perdido la audición en un 90%, eso generaría problemas a la hora que se desarrolle el juicio, no solamente se necesita su presencia sino que comprenda... todo lo que está pasando", dijo Hernández.
Explicó que buscaran la forma de que el juicio no inicie.El tribunal ha establecido que facilitará los medios necesarios para que, sin importar el lugar donde esté el acusado, se pueda realizar el juicio a través de videoconferencias.Sin embargo, la defensa argumenta las videoconferencias no están incluidas en los casos en que los acusados presenten quebrantos de salud.
"Queremos que cumplan con los derechos constitucionales del general y ahora no es el momento para que se haga el debate", dijo Hernández.Roberto Garza vocero del Instituto Nacional de Ciencias Forenses dijo que hicieron un monitoreo de la salud Ríos Montt durante un mes y que la salud del militar "no va a regenerarse, es un hombre de 88 años", dijo Garza.En el juicio el tribunal también juzgará a Mauricio Rodríguez Sánchez, ex director de inteligencia durante el gobierno de facto de Ríos Montt.
Los jueces habían programado el inicio del debate para el 5 de enero de 2015, pero la defensa recusó a la jueza presidenta Jeanneth Valdez y retrasó el comienzo del juicio. El tribunal ya ha integrado a un nuevo juez que juzgará en el caso.El 10 de mayo de 2013 un tribunal condenó a Ríos Montt a 80 años de prisión y absolvió a Rodríguez Sánchez por el mismo caso.
Sin embargo, diez días después la Corte de Constitucionalidad anuló la sentencia y ordenó un nuevo juicio bajo el argumento de que hubo errores en el proceso.
Ríos Montt está acusado del genocidio de mil 771 indígenas ixiles a manos de soldados del ejército bajo su mando cuando ejercía como presidente de facto de Guatemala entre el 23 de marzo de 1982 y el 8 de agosto de 1983.
Según las Naciones Unidas, unas 245.000 personas murieron o desaparecieron durante el conflicto armado en Guatemala (1960-1996). El informe de la ONU señaló que un 97% de las muertes fueron responsabilidad del ejército y grupos paramilitares, mientras que del 3% restante se responsabiliza a la guerrilla izquierdista.
