Colombia, aún afectada por un alud que a principios de mes dejó más de 320 muertos en la sureña Mocoa, vivía este miércoles 19 de abril una nueva tragedia provocada por las fuertes lluvias, en donde al menos 17 personas murieron por un deslave en la ciudad de Manizales.
"Se declara calamidad Púbica en Manizales tras avalancha que afectó 4 barrios, dejando al momento 17 fallecidos, 23 heridos y 8 desaparecidos reportados", indicó la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), en el último balance oficial.
La capital del departamento de Caldas, a unos 2 mil 200 metros sobre el nivel del mar y en plena zona cafetera de Colombia, se encontraba desde hace días en alerta por fuertes lluvias, pero la emergencia se desató en la madrugada de este miércoles luego de torrenciales precipitaciones desde la noche anterior.
"No sé a qué hora, sentí un ruido, como un estruendo, sí, un estruendo, pero deslizado. Me asomé, porque ya había bajado... se estaba bajando la avalancha en forma dura", contó un testigo en declaraciones recogidas para AFP.
El presidente Juan Manuel Santos, que logró aterrizar esta tarde en la zona a pesar del mal tiempo, destacó que las lluvias de las últimas horas en Manizales no tenían precedente. "Esto es producto del cambio climático. Cuando hay aumento de la temperatura, las nubes se cargan más y llueve con más intensidad", declaró el mandatario, haciendo un llamando "a cuidar" los bosques y el medio ambiente para evitar estas catástrofes.
Árboles caídos, vías tapadas y casas destruidas se veían entre los socorristas que buscaban sobrevivientes, según imágenes divulgadas por medios locales. "La ciudad está literalmente incomunicada por derrumbes, deslizamientos, inundaciones", advirtió más temprano en entrevistas radiales el alcalde de Manizales, José Octavio Cardona.
El director de la Ungrd, Carlos Iván Márquez, quien a pedido de Santos dejó Mocoa para coordinar las labores de búsqueda y rescate en Manizales, destacó que "de manera preventiva fueron evacuadas 400 viviendas" y anunció un plan de acción específico para asistir a los damnificados.
En Manizales, donde viven unas 400 mil personas, fueron suspendidas las clases, así como los servicios de agua, luz y gas en los barrios afectados, mientras las autoridades evalúan los daños y posibles nuevos riesgos.
Además, se mantiene el "monitoreo en la zona, especialmente en 12 puntos críticos donde se presentan deslizamientos", indicó la Ungrd. La Cruz Roja Colombiana, en tanto, dispuso de 63 voluntarios para atender la situación, así como de cuatro ambulancias y otros equipos para realizar labores de búsqueda de desaparecidos, identificación de heridos, ayuda psicosocial, entre otras.
Uno de los muertos fue identificado como el oficial de policía José Suárez, quien quedó atrapado por un deslizamiento de tierra tras "salvar a su familia y a un vecino", informó el director de la Policía Nacional, Jorge Nieto.