El diario italiano Repubblica dedicó ayer una página completa al conflicto internacional que enfrenta al gobierno de Juan Carlos Varela con la empresa Finmeccanica por la comisión oculta del 10%, pactada en los contratos de venta de radares, helicópteros y cartografía digital que fueron firmados en 2010 por la empresa semipública italiana y el Ejecutivo de Ricardo Martinelli.
“Devolved la coima de Lavitola” titula el diario italiano. Panamá exige al conglomerado la restitución integral de los de los 18 millones de euros (unos 25 millones de dólares) que pretendían ser desviados en el acuerdo de adquisición de material de defensa para luchar contra el narcotráfico internacional convenido por el entonces director comercial de Finmeccanica, Paolo Pozzessere, y Valter Lavítola.
Hasta ahora, Finmeccanica ha negado que de la actuación presuntamente corrupta de Pozzessere y Lavítola se desprenda una responsabilidad civil subsidiaria hacia Panamá. Sin embargo, el embajador de Panamá en Italia, Fernando Berguido, tiene otra opinión.
“Es imposible desvincular a Lavítola y Pozzessere de la consecución de estos contratos. Pozzessere trabajaba para Finmeccanica y, en cuanto a Lavítola, sin su participación y los ‘intereses personales’ que promovía, Panamá no hubiera firmado con Finmeccanica [esos contratos]”, explicó a La Prensa.
El periódico italiano –que afirma que esta situación está provocando “la crisis de las relaciones diplomáticas entre los dos Estados”– repasa cronológicamente las fases de la firma del acuerdo intergubernamental, que comenzó con la visita de Estado del entonces primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el 29 de junio de 2010.
Solo 40 días después, el 9 de agosto de ese año, el Ministerio de Seguridad Pública de Panamá firmó un contrato con Selex para la adquisición de 19 radares, por un monto de 90.5 millones de euros, componentes de un sistema de vigilancia de las costas que, dicho sea de paso, no ha servido para los propósitos exigidos por Panamá.
El segundo contrato lo suscribió con Telespazio Argentina, el 19 de noviembre de 2010, para comprar cartografía digital, por valor de 15.7 millones de euros.
El tercero lo convino con AgustaWestland, el 7 diciembre de 2010, para adquirir 6 helicópteros por uno monto de 84.5 millones de euros.
Así, Repubblica resalta que hubo un “antes” de la firma de estos contratos que no destacaron los “comunicados de prensa que durante esos días exaltaban la sintonía entre Berlusconi y Martinelli”.
“Antes de que ambos mandatarios refrendaran el acuerdo de cooperación entre los dos países, antes incluso de que Berlusconi pisara suelo panameño, se constituyó el 17 de junio, Agafia Corp, la sociedad de derecho panameño administrada formalmente por Karen de Gracia Castro, la mujer que según las fiscalías italianas es la testaferro de Lavítola”, detalla el artículo.
Además, el día de antes se constituyó la empresa VL Consulting, empresa también reconducible a Lavítola, que obtuvo un encargo de consultoría por parte de Finmeccanica, gracias al apoyo del entonces director comercial, Pozzessere.
Curiosamente, el 23 de junio de 2010, una semana antes de que se encontraran Berlusconi y Martinelli, Selex y Telespazio confirieron a Agafia Corp. el mandato para promover una venta de la que nada se sabía hasta entonces.
AgustaWestland estipuló en el contrato con Agafia Corp., el 27 de julio, este mandato: “suministrar la asistencia necesaria para concluir rápidamente y de manera favorable la venta de 6 helicópteros modelo AW139 al Gobierno de Panamá”.
LAS INVESTIGACIONES
Según las conclusiones de los investigadores, esta sociedad servía para cumplir fines de asistencia y consultoría, aunque “estas tareas jamás se desarrollaron, siendo reconducible a [el ex presidente] Ricardo Martinelli [...], beneficiario económico y último destinatario de las sumas de dinero que debía recibir Agafia Corp”.
El embajador Berguido ha repetido en varias ocasiones que, independientemente del resultado final del juicio, que imputa en el Tribunal de Roma a Pozzessere y a Lavítola, pactado para celebrarse el próximo 11 de junio– para Panamá es inaceptable que se acordara una comisión del 10% en los contratos.
“Esa comisión secreta pactada a favor de Agafia Corp. es inaceptable, y así lo hemos dicho. Es prudente agotar todos los medios diplomáticos posibles y encontrar una solución amigable antes de acciones judiciales. Eso hacemos”, ha detallado en este sentido el diplomático panameño.
En la audiencia judicial en el Tribunal de Roma del pasado 15 de diciembre, los testigos Giovanni Meliadó, ex abogado de Lavítola que constituyó la sociedad Agafia Corp. en Bulgaria, y Elena Napolitano, responsable de las operaciones comerciales en Finmeccanica, admitieron que Finmeccanica debía pagar 25 millones de dólares “de comisión” a Agafia Corp. Panamá.
La Prensa le preguntó entonces al imputado Pozzessere si los 25 millones de dólares correspondían a un gasto superfluo o a un sobrecosto injustificado.
¿Finmeccanica no pagó los 25 millones de dólares previstos?
—No, respondió el acusado.
Entonces, ¿dónde están los 25 millones?
—Ah, no sé, contestó.
¿Se los quedó Finmeccanica?
—A ello debe responder Finmeccanica, añadió, acelerando el paso y escapando de los periodistas.