El narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán estuvo escondido tres semanas en Sinaloa, su estado natal, después de la fuga y ahora puede encontrarse en el sureste de México, reveló hoy, viernes 14 de agosto de 2015, el diario Reforma citando fuentes federales.
Tras escapar del penal Altiplano 1, en el central Estado de México, a través de un túnel de 1.5 kilómetro de longitud, el líder del cartel de Sinaloa se dirigió hacia el poblado Senegal de las Palomas, a unos 142 kilómetros de la cárcel, señaló el rotativo.
Desde este lugar, Guzmán tomó una avioneta hasta Mazatlán, en el noroccidental estado de Sinaloa, donde abordó otra aeronave para llegar hasta municipio de Guasave, en la misma región, donde se cree que estuvo dos días.
A continuación, se habría movido hasta la Sierra Madre Occidental para esconderse durante unas dos semanas en sitios inhóspitos, detalló el diario.
En total, el narcotraficante permaneció escondido tres semanas antes de moverse al sureste, según relataron distintos funcionarios federales tras seguir sus pasos con drones, geolocalización satelital y diversos datos proporcionados por personas.
El 5 de agosto, el jefe la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), Chuck Rosenberg, expresó a EFE que, con base en la información recabada, el Chapo "puede estar en México, puede haber regresado a Sinaloa porque allí tiene a su familia y sus contactos". Sin embargo, tras este anuncio reportes de inteligencia empezaron a ubicarlo en otros estados, entre ellos el suroriental Chiapas.
El Gobierno de México consideró seria la información de una mujer que dijo haber visto al narcotraficante en un autobús rumbo a Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas, explicó Reforma.
Según detalló, tenía rasguños en el rostro, que las autoridades consideran que pudo haber sufrido durante la fuga.
Además, el sinaloense tiene una tía que vive en Chiapas y a la que visitó en 1993 antes de huir a Guatemala, donde lo detuvieron ese mismo año.
ABOGADO NIEGA COMPLICIDAD EN LA FUGA
Por otro lado, ayer se conoció que El Chapo estaba preocupado por su posible extradición a Estados Unidos y porque lo asesinaran.
"Hubo por ahí una situación sumamente preocupante en el sentido de que se había convocado a mercenarios extranjeros que vinieran a abatirlo, a privarlo de la vida, a asesinarlo. Eso es gravísimo, cómo es posible que se implementen esas estrategias tan absurdas", afirmó el abogado del criminal, Juan Pablo Badillo,en una entrevista con Radio Fórmula.
'Trabajo 100% legal'
El letrado aseguró que le sorprendió la fuga de Guzmán y que por razones obvias "no existe comunicación alguna" con él. Alegó que su última comunicación directa con el narcotraficante fue cinco meses antes de su fuga.
El jurista detalló que Guzmán lo contrató en octubre de 2014 para que encabezara su defensa en contra de una posible extradición a Estados Unidos. Esa figura es una burla a "las instituciones de impartición de justicia nacional" y a la soberanía del país, añadió. Ante esas "siniestras intenciones del poder público" es que se pide el amparo para evitar una eventual extradición y "la protección de la Justicia federal", explicó.
Por el momento, recordó, un juez federal ya le concedió la suspensión mientras se lleva a cabo el juicio de amparo, lo que implica que si el capo es capturado, no puede ser extraditado.
Badillo dijo, además, que las decisiones sobre su defensa las toma de manera autónoma, se negó a revelar cómo le paga el Chapo y señaló que las autoridades no lo han llamado a declarar sobre su fuga, toda vez que es su abogado defensor.
También rechazó que ayudara a su cliente en lo relacionado con la construcción del túnel que le sirvió para escapar de la prisión. "Es absolutamente falso", afirmó tras destacar que su desempeño es "profesional 100%, específicamente como defensor y en la materia de amparo". También dijo que es "mentira" que Guzmán haya realizado una huelga de hambre en prisión.