La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, prometió “seguir luchando” para volver al poder si es destituida por el Congreso, en una entrevista difundida este jueves, 5 de mayo, por la BBC.
“Seguiremos luchando para volver al gobierno. Vamos a resistir, resistir y resistir”, insistió Dilma, entrevistada un día antes por la televisión pública británica.
“El proceso de destitución es ilegítimo, ilegal”, estimó.
“No cuenten conmigo para renunciar", insistió, “si renuncio, la prueba viva de que hay un golpe de Estado (...) desaparece”.
Rousseff confesó su tristeza por la posibilidad de no estar al frente del país en los Juegos Olímpicos de Río, en agosto.
“El miedo de que no sea yo, sino alguien que usurpó mi cargo, me llena de tristeza e injusticia”, lamentó.
La Cámara de Diputados ya se pronunció a favor de abrir el proceso de destitución el pasado 17 de abril, y ahora le corresponde al Senado pronunciarse, algo que podría ocurrir a mediados de este mes.
A Dilma Rousseff se le reprocha haber maquillado las cuentas públicas para ocultar el déficit presupuestario.
Si los senadores aprueban la apertura formal del proceso, Dilma Rousseff tendría que apartarse del poder 180 días a la espera de su dictamen, período en el que sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, que pertenece a una fuerza política que abandonó la coalición de gobierno y al que la presidenta acusa de traición.