Dimite la única feminista en el Vaticano

Dimite la única feminista en el Vaticano


Lucetta Scaraffia lideraba hasta hoy una guerra contra el patriarcado en la Iglesia católica.



La directora del suplemento femenino del diario del Vaticano, L'Osservatore Romano, ha presentado su dimisión al papa Francisco –junto con la de todo su equipo editorial conformado por 11 mujeres– tras aducir que se siente rodeada “de un clima de desconfianza y de deslegitimación progresiva”.



La intelectual católica italiana ha escrito una carta al papa Francisco –a la que tuvo acceso este medio– en la que denuncia una “vuelta al pasado” encarnada por el cambio en la dirección de los medios de comunicación de la Santa Sede: “Volvemos a la elección de colaboradores que aseguran la obediencia y renunciamos a toda posibilidad de abrir un verdadero diálogo, libre y valiente entre las mujeres que aman a la Iglesia en libertad. Volvemos a la autorreferencialidad clerical y renunciamos a la parresía que el papa Francisco pide con tanta frecuencia, y en cuya palabra y magisterio nos reconocemos”.



La hasta ahora jefa de la revista Donne, Chiesa, Mondo (Mujer, Iglesia y Mundo), que abrió los ojos al mundo con sus publicaciones sobre los abusos a religiosas por parte de sacerdotes, lamentó que hayan pasado de trabajar “desde el corazón del Vaticano” con libertad y bajo “el apoyo de dos papas” a que el suplemento sobre mujeres que dirige haya sido reducido “al silencio”.



“En la Iglesia no hablan nunca con voluntad de las mujeres. No están acostumbrados a verlas. Siempre fingen que no existen”, señaló sin tapujos en una entrevista con la revista ELLAS en enero.



Scaraffia ha remarcado que no se han sentido apoyadas por el nuevo director de L’Osservatore Romano –Andrea Monda–, que – a su juicio- “apunta más bien a debilitar la revista Donne Chiesa Mondo, (Mujer, Iglesia, Mundo) lanzando colaboraciones e iniciativas que parecen ser competitivas, con el efecto de poner a las mujeres en contra, solicitar comparaciones abiertas y, por lo tanto, no considera que los miembros del equipo editorial sean de su suficientemente confianza”.



Y ha concluido: “Consideramos que esta elección es necesaria para salvaguardar nuestra dignidad y, por lo tanto, evitar el proceso de desgaste que, lamentablemente, está en curso”.



Por su parte, Monda ha desmentido que haya ejercido presiones. “En estos pocos meses, desde que he sido nombrado director, he garantizado a Scaraffia y a su equipo editorial la misma autonomía y la misma libertad que han caracterizado la revista mensual desde que nació, absteniéndome de interferir de cualquier manera en la creación del suplemento mensual del periódico”, ha manifestado en una carta publicada por la oficina de prensa del Vaticano.



Monda ha negado así cualquier tipo de injerencia, al tiempo que ha señalado que el suplemento femenino de L'Osservatore Romano “no se interrumpe” y va a continuar publicándose “sin ningún tipo de clericalismo”.

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