Presentó al mundo con valentía su desgarrador testimonio sobre cómo un joven sacerdote abusó repetidamente de ella, cuando tenía sólo 13 años y yacía enferma en la cama de un hospital. Lo hizo durante un simposio sobre pederastia organizado en Roma en 2014 por la propia iglesia Católica en la que intervinieron además obispos y superiores de órdenes religiosas de todo el mundo.
Poco después fue una de las primeras personas llamadas por el papa Francisco para formar parte de la Comisión para la Tutela de los Menores de la Santa Sede, donde se destacó por ser una figura relevante de la reforma y endurecimiento de las penas contra los sacerdotes abusadores de menores. Pero esta mañana la irlandesa Mary Collins, de 67 años de edad, ha hecho efectiva su dimisión.
Según expone en su carta de despedida, la razón que la empujó a la renuncia es la "falta de cooperación" por parte de un grupo de la Curia Romana. Si bien no señala a nadie, ni explica la modalidad de estos obstáculos, Collins manifiesta que durante estos tres años en el órgano del Vaticano se ha topado “con la actitud resistente de un pequeño grupo de la curia del Vaticano", que "no ha cooperado en nada".
La gota que colmó el vaso fue la negativa de algunos miembros de la curia a responder a todas las cartas de supervivientes y víctimas de abusos. "Parecía que una simple petición, pero más tarde me di cuenta de que este dicasterio (no señaló cuál) no iba a cambiar sus procesos, y que no iba a poner en marcha el sistema para contestar a estas cartas", explica Collins.
A pesar de las acusaciones, Marie Collins seguirá colaborando con la comisión desempeñando un papel educativo en reconocimiento a su excepcional capacidad para la enseñanza y su testimonio como sobreviviente.
El cardenal de Boston, Sean O’Malley, presidente de la Comisión de Protección de Menores, manifiesta a Marie Collins “nuestro más sincero agradecimiento por la extraordinaria contribución realizada”, al tiempo que le asegura: “seguiremos escuchando todo lo que quiera decirnos y echaremos en falta su importante contribución”.
Hace un año, el inglés Peter Saunders, también víctima de abusos y fundador de la Asociación Nacional de Personas que sufrieron abusos en la Infancia (NAPAC, por sus siglas en inglés), también decidió abandonar la comisión. En aquel entonces la comisión del Vaticano no especificó las razones de su renuncia, pero este había manifestado anteriormente su malestar por cómo se habían tratado algunos de estos casos de pederastia.