El titular de la Asamblea Nacional se mostró este viernes 11 de enero dispuesto a asumir la presidencia de Venezuela al acusar al mandatario Nicolás Maduro de “usurpador”.
Juan Guaidó afirmó que está dispuesto a asumir las “competencias de la encargaduría de una presidencia de la república porque lo dice nuestra constitución” pero sostuvo que deben ser el pueblo, las fuerzas armadas y la comunidad internacional “que nos lleven a asumir claramente el mandato”.
La declaración de Guaidó fue respaldada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, quien en su cuenta de Twitter afirmó: “saludamos la asunción de @jguaido como presidente interino de Venezuela” y agregó que “tiene nuestro apoyo, el de la comunidad internacional y del pueblo de Venezuela”.
Durante una concentración con opositores Guaidó también hizo un llamado a las fuerzas armadas a que no reconozcan a Maduro como presidente. “Hay alguien que rompió la cadena de mando y ustedes lo saben”, agregó.
“Guaidó presidente”, el grito de los ciudadanos desde el cabildo abierto https://t.co/IOkQQjzi2m pic.twitter.com/zqebk8P8iq
Al grito de “Maduro dictador” y “Guaidó presidente” varios miles de opositores se concentraron frente a las oficinas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en el este de Caracas, para participar en un “cabildo abierto” convocado por la Asamblea Nacional -controlada por la oposición-.
Maduro, de 56 años, prestó la víspera juramento como presidente para su segundo sexenio ante el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el oficialismo. Aunque la constitución obliga al presidente a jurar ante la Asamblea Nacional, el máximo tribunal sentenció que el acto no podía hacerse en esa instancia porque los congresistas opositores estaban en “desacato” y sus actos eran “nulos”.
Mientras Maduro juraba, la OEA aprobó una resolución desconociendo la legitimidad de su segunda presidencia y Paraguay resolvió romper relaciones diplomáticas.
El canciller Jorge Arreaza consideró a la resolución de la OEA un “peligroso precedente” para la región y acusó el viernes a Estados Unidos de emprender “prácticas de coerción” para promover una “criminal campaña de agresión” contra Venezuela.
Argentina, sin romper relaciones, prohibió el ingreso de integrantes de alto nivel del gobierno venezolano, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.