La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, consiguió el lunes que los diputados aprobaran por mayoría tramitar su proyecto de educación superior, luego de comprometerse a eliminar los préstamos bancarios a los estudiantes.
Hubo 67 votos a favor, 41 en contra y tres abstenciones. La votación era vital para Bachelet porque su propuesta de una educación gratuita y de calidad fue el pilar del programa que la llevó al gobierno en 2014, además de otras promesas educacionales, algunas de ellas cumplidas.
Si no se aprobaba la idea de legislar, el proyecto no podría tramitarse sino hasta dentro de un año, es decir, bajo el mandato del mandatario que asumirá el poder en marzo de 2018.
Bachelet exhortó en dos ocasiones a los diputados a aprobar el proyecto, "que se puede mejorar". Aseguró que "es el momento de pensar en las familias, es el momento de pensar en los estudiantes y en la oportunidad que tenemos para consolidar la gratuidad y tener una nueva legislación para las universidades" y de "consolidar la gratuidad", que será gradual.
La iniciativa fue frenada la semana anterior en una comisión porque a los votos opositores se sumaron dos de izquierdistas. Durante el mismo periodo, miles de universitarios marcharon pacíficamente por Santiago y otras ciudades alegando que las indicaciones que entregaron en enero no fueron consideradas.
El oficialista Partido Comunista exigió el lunes al gobierno comprometerse por escrito a eliminar el Crédito con Aval del Estado (CAE) ideado bajo el gobierno socialista de Ricardo Lagos (2000-2006), que permitió a los jóvenes endeudarse con la banca para poder estudiar, pese a intereses con tasas mensuales de 6.5%.
Luego se redujo a 2% y Bachelet lo mantiene. Cuando la ministra de Educación, Adriana Delpiano, comprometió el fin del CAE para fines de 2018, ya concluida la gestión de Bachelet y a dejarlo comprometido por escrito, la diputada comunista Camila Vallejo comprometió los seis votos de su partido.
La derecha rechaza la gratuidad universal propuesta por Bachelet y sólo la favorece para los más desposeídos, afirmó la diputada María Jose Hoffman. Ahora el proyecto regresa a la comisión de educación de la Cámara de Diputados, que la analizarán y votarán artículo por artículo para que luego sea tramitada por el Senado.
Existe la posibilidad de que no alcance a ser aprobada y promulgada antes de que concluya su gobierno en marzo de 2018. La gratuidad universal propuesta por la coalición oficialista ha favorecido hasta ahora a unos 230 mil estudiantes, dijo el lunes en el congreso la ministra de Educación, aunque la totalidad de los universitarios son 1.3 millones.
Críticos del proyecto, como el académico Mario Waissbluth, líder de la Organización No Gubernamental Educación 20/20, afirma que no se han hecho cambios profundos en la educación chilena, y aunque admite algunos avances, afirma que se debió haber comenzado por la educación preescolar y por la formación de los profesores que los atienden, además de agregar más personal para atender a los niños.