Diputados brasileños empiezan a votar sobre destitución de Rousseff

Diputados brasileños empiezan a votar sobre destitución de Rousseff


Los diputados brasileños empezaron este domingo, 17 de abril, a votar una moción de destitución contra la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, que podría verse privada de su mandato si ésta es aprobada y luego ratificada por el Senado.

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El PT de Brasil insiste que la destitución de Rousseff es golpeBancadas afirman contar con votos suficientes para el juicio político a RousseffDestino de Dilma Rousseff, en manos de los diputados

Los diputados eran llamados a indicar su voto por un micrófono y a explicar su decisión en apenas 10 segundos, alternando los estados del norte y del sur, según una disposición del presidente de la Cámara, Eduardo Cunha, un acérrimo adversario de Rousseff.

Ese procedimiento fue cuestionado por el Gobierno, por considerar que crearía una corriente inicial sumamente favorable a la oposición, dado que los primeros son poco poblados y los segundos ampliamente favorables a la oposición.

La sospecha parecía confirmarse dado que de los primeros 80 votos, 55 fueron a favor del proceso de destitución y 22 en contra, con tres abstenciones.

Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), es acusada de haber manipulado las cuentas públicas para ocultar la amplitud de los déficit en 2014, el año de su reelección, y a inicios de 2015.



Si el voto a favor de la destitución recoge el apoyo de 342 de los 513 diputados (dos tercios de los escaños) y el Senado ratifica en las próximas semanas esa decisión, Rousseff, de 68 años, será sometida a un juicio político que implica su separación transitoria del cargo.

La sustituiría su vicepresidente, Michel Temer, quien podría gobernar hasta el fin del mandato en 2018 si los propios senadores declaran a Rousseff culpable en un plazo de 180 días.

Se calcula que los resultados se conocerán a eso de la medianoche.

Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), es acusada de haber manipulado las cuentas públicas para ocultar la amplitud de los déficit en 2014, el año de su reelección, y a inicios de 2015.

La mandataria niega esas acusaciones, y las atribuye a una conspiración orquestada por Cunha y por su vicepresidente Michel Temer.

Ese escenario mostraría la puerta de salida al "lulismo", del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), figura emblemática del hoy maltrecho ciclo de gobiernos de izquierda en la región.

"Para combatir el proyecto de poder y corrupción de Lula y el PT (...), voto sí", dijo en sus diez segundos el diputado Luiz Heinze, del PP, un partido que hasta la semana pasada era aliado del PT.

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