El ex fiscal general de Ecuador Galo Chiriboga rindió testimonio el lunes en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, empeñada en investigar la trama de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht, que repartió 33.5 millones de dólares en coimas a cambio de obras estatales en el país.
El exfuncionario, en funciones hasta mediados de mayo, dijo que "no se trata de un delito común, sino de un delito complejo y de una compañía con presencia en varios países", al tiempo de señalar que "a través de un acto urgente logramos que un juez prohíba a las funciones públicas y a gobiernos seccionales suscribir nuevos contratos con Odebrecht".
Recordó que la ley le impide hacer mayores revelaciones acerca de este caso, declarado reservado en esta fase de investigaciones. La empresa dijo que repartió sobornos a cambio de obras en 10 países americanos y 2 africanos.
Horas antes, peritos de la Unidad de Criminalística revelaron en una audiencia privada el contenido de un disco magnético entregado por uno de los delatores brasileños, únicamente identificado como C1, diligencia para la cual fueron citados la fiscal del caso y los abogados de los siete detenidos en Ecuador.
Entre los cautivos está el tío segundo del vicepresidente Jorge Glas. Informaciones provenientes de Brasil han indicado que un ex alto ejecutivo de Odebrecht, José Santos, entregó a la justicia de su país videos grabados secretamente sobre reuniones con funcionarios ecuatorianos durante los años que estuvo en este país. No se conoce si el disco magnético cuyo contenido está siendo revisado tiene relación con las grabaciones de Santos.
Por esta trama de corrupción permanecen en prisión el exministro de Electricidad Alecksey Mosquera y un empresario acusado de actuar como testaferro para la transferencia de un millón de dólares por parte de Odebrecht.
La fiscalía también revisa unos 30 contratos suscritos por esa firma con el Estado ecuatoriano entre 1980 y 2015, para verificar las condiciones en que fueron otorgados.
El gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017) impulsó proyectos por alrededor de mil 600 millones de dólares con Odebrecht.
