Las elecciones en Haití, aplazadas desde diciembre por las acusaciones de fraude de la oposición, se llevarán a cabo finalmente el 9 de octubre, según indicó el presidente provisional Jocelerme Privert en declaraciones recogidas por un diario haitiano.
"Las elecciones deben tener lugar el 9 de octubre, según la información disponible", respondió Privert a la pregunta de su homólogo dominicano, Danilo Medina, durante su entrevista en el marco la séptima cumbre de la Asociación de Estados Caribeños en Cuba, según un artículo en línea de Le Nouvelliste.
Los resultados de la primera vuelta de las presidenciales, celebradas el 25 de octubre de 2015, fueron rechazados por la oposición, que denunció "un golpe de Estado electoral" para favorecer al entonces presidente Michel Martelly.
El candidato oficialista, Jovenel Moïse, alcanzó el 32.76% de los votos, frente al 25.29% de Jude Célestin, que calificó los resultados de "farsa ridícula".
El lunes, la comisión independiente de verificación y de evaluación electoral recomendó la anulación de esa primera vuelta tras constatar fraudes.
Luego de esa recomendación, el Consejo Electoral Provisional (CEP) indicó que el 6 de junio daría una nueva fecha para la elección.
"A partir de la fecha de publicación del calendario electoral, el CEP necesita de 90 a 120 días para organizar las elecciones", indicó Privert desde La Habana. Así, más de siete meses después de aquella primera elección, el suspenso político perdura en Haití.
El mandato del presidente provisional, elegido por el Parlamento tras la salida sin sucesor de Michel Martelly en febrero, termina el 14 de junio y ninguna solución ha sido propuesta por los parlamentarios para gestionar el eventual vacío de poder presidencial.
Reorganizar completamente el escrutinio necesitará un gasto excepcional que el país más pobre del Caribe no puede asumir solo.
Para las abortadas elecciones de 2015, el presupuesto de cerca de 100 millones de dólares había sido mayoritariamente aportado por la comunidad internacional.
Un costo tal suscitó debate, en especial en vista de que la participación ciudadana es muy limitada: en la primera vuelta de octubre, votó menos de un cuarto de los electores.