El obispo Charles Scicluna, arzobispo de Malta y considerado uno de los mayores expertos en pederastia, arribó este lunes a Chile con la misión de investigar las acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales por parte del obispo Juan Barros, informó la Iglesia católica.
El sábado, Scicluna recibió en Nueva York al periodista chileno Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del influyente sacerdote chileno Fernando Karadima, condenado por el Vaticano por pederastia.
El testimonio de Cruz se transformó así en el primero de una larga lista que el obispo recopilará durante su visita al país sudamericano.
Scicluna "realizará este encargo de escucha entre los días martes 20 y viernes 23 de febrero, en dependencias de la Nunciatura Apostólica en Chile", señaló un comunicado difundido por la Conferencia Episcopal de Chile.
Para facilitar los encuentros, se pidió a quienes solicitaron dar testimonio que hicieran "llegar previamente un relato por escrito que detalle los elementos que tienen interés en exponer durante la entrevista personal", dijo la Nunciatura.
El papa Francisco decidió enviar al arzobispo de Malta a Chile para escuchar a quienes acusan a Barros de encubrir los abusos de Karadima entre los años 1980 y 1990.
La decisión se produce a poco más de un mes de la visita del pontífice a Chile y Perú, donde despertó fuertes críticas por apoyar abiertamente a Barros.
El obispo chileno acompañó al papa en varias de sus apariciones públicas y recibió el respaldo del argentino, que calificó de "calumnias" las acusaciones en su contra, despertando el repudio de parte de la sociedad y en especial de las víctimas de pederastia.
Tras la polémica y ante los periodistas que los acompañaban en el avión de regreso del viaje sudamericano, el pontífice pidió "disculpas" a las víctimas de abusos sexuales por sus declaraciones a favor de Barros.
La controversia se incrementó con declaraciones de Cruz, quien sostuvo que en 2015 escribió una carta a Francisco en la que denunciaba la conducta de Barros, nombrado obispo de la ciudad sureña de Osorno (Chile) ese mismo año.
Según Cruz, la carta fue entregada personalmente al pontífice por el cardenal Sean O'Malley, presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.