Las autoridades españolas compartían con Bélgica desde hace más de un año información sobre el presunto cabecilla de la red responsable de los ataques ocurridos la semana pasada en España, pero en ese momento no tenían suficientes datos como para pensar que era peligroso, se informó este jueves 24 de agosto.
Abdelbaki Es Satty, el imán acusado de reclutar a jóvenes musulmanes en un pequeño poblado catalán para cometer ataques terroristas, estuvo cuatro años preso por narcotráfico en el 2012 e incluso en el 2006 fue interrogado por la policía en un caso sobre yihadismo.
Pero el oficial de policía catalán que respondió al pedido inicial de información de parte de Bélgica a inicios del 2016 no tenía el expediente completo sobre Es Satty, según declaraciones hechas por funcionarios de gobierno y de la policía en Cataluña y entrevistas realizadas por The Associated Press.
El ministro del interior del gobierno regional catalán, Joaquim Forn, reconoció el jueves que la policía en el poblado belga de Vilvoorde realizó una solicitud informal de información sobre el imán en el 2016, cuando Es Satty estuvo tres meses en ese poblado notorio por ser foco de reclutamiento para el grupo Estado Islámico.
Forn dijo que la policía le dio a sus pares belgas la información que tenía, pero en ningún momento se les dijo que Es Satty estuvo encarcelado o que era peligroso.
Las gestiones fueron confirmadas por otra fuente oficial de la administración catalana que pidió permanecer en el anonimato. Es Satty era uno de los dos sospechosos que murieron en el estallido en una casa en Alcanar el 16 de agosto, suceso que frustró los planes de los terroristas de sembrar bombas en distintos lugares de Barcelona.
Después de la explosión, otros integrantes de la célula perpetraron ataques con vehículos y apuñaladas, entre el 17 y 18 de agosto pasado, que dejaron 15 muertos y más de 120 heridos.
El jueves la policía confirmó la identidad del segundo muerto hallado en la vivienda donde estallaron los explosivos, Youssef Aalla. Un sospechoso sobrevivió al estallido y fue detenido tras los atentados.
Un juez de la Audiencia Nacional dejó en libertad condicional este jueves a Salh El Karib, uno de los cuatro sospechosos de los ataques de la semana pasada en Barcelona y alrededores debido a la falta de pruebas en su contra. El juez de instrucción Fernando Andreu ordenó la confiscación del pasaporte de El Karib, quien deberá presentarse en la corte una vez por semana mientras continúe la investigación.
El Karib, empleado de un cibercafé en Ripoll, la población catalana donde supuestamente radicaba la célula extremista, fue apresado cuando los investigadores determinaron que supuestamente compró pasajes de avión para otro de los miembros. Según el expediente, se le reembolsó en efectivo y se le dio cinco euros adicionales (unos seis dólares).