Llegó finalmente el día de las elecciones en Estados Unidos y los ciudadanos se dirigen a las urnas entusiastas por poder decidir el futuro del país. Algunos hablaron con periodistas sobre su decisión.- Thomas Tillotson y Russ Van Deursen discreparon cuando depositaron sus votos temprano el martes en Dixville Notch, Nuevo Hampshire, uno de los primeros centros de votación abiertos en todo el país. Pero están de acuerdo en un asunto: "Es muy emocionante ser los primeros en votar", dijo Van Deursen. "Venimos de una pequeña aldea donde no hay más que siete u ocho votantes y eso nos hace sentir que realmente somos parte de la democracia". Votó por Hillary Clinton porque "nuestro país necesita ir adelante, y no creo que Donald Trump iba a llevar al país adelante de una manera positiva".Los centros de votación abrieron poco después de la medianoche y cerraron tan pronto todos los residentes votaron. "Es un honor y un privilegio ser el primero y esta es la onceava vez que voto y nunca se me hace aburrido", expresó Tillotson, un consultor de negocios de 71 años de edad que votó a favor del libertario Gary Johnson. Dijo que los dos principales partidos "han ido en direcciones que no se ajustan a mis creencias".- Cuando Art Meadowcroft salió de la sede municipal en Plymouth, Minnesota, tras depositar su voto, sacó del bolsillo una gorra con el eslogan de Trump "Make America Great Again" ("Hagamos grande a Estados Unidos de nuevo") y se la colocó en la cabeza."Fue una decisión difícil porque, por supuesto, él tiene aspectos muy negativos", opinó Meadowcroft, de 62 años. "Pero no creo que cabe duda sobre lo que está en su corazón, sobre lo que él quiere para nuestro país".
Meadowcroft, exadministrador universitario, entrenador y agente de bienes raíces que está ahora jubilado, vino a votar junto con su hermana, y trajeron sándwiches para pasar el tiempo en la larga cola. Se confesó independiente, alguien que ha votado por demócratas, incluso por Bill Clinton. Pero dijo que esta vez votó por Trump porque es hora de traer de vuelta "los verdaderos valores" de la nación.
Meadowcroft dice que es un firme creyente en las bondades de la inmigración. Pero quiere mecanismos que garanticen que "estamos dejando entrar a la gente correcta, gente que respete nuestros valores... Creo que hemos dejado las puertas demasiado abiertas y ahora somos vulnerables".Estas son las primeras elecciones en que las hermanas Yadira y Catherine Jiménez participan. Votaron en West Jordan, Utah, y no vacilaron ni un segundo en decidir por quién: Hillary Clinton. Para Yadira, cuyo esposo vive en Estados Unidos desde niño pero no es ciudadano todavía, el voto es en parte una respuesta a la retórica antiinmigrante de Trump. Pero las hermanas, ambas madres jóvenes embarazadas, dijeron que además estaban entusiasmadas por votar por la primera mujer que sería presidenta de Estados Unidos."Creo que sería magnífico vivir el momento en que tenemos una mujer presidenta por primera vez", dijo Yadira Jiménez, de 24 años, quien trabaja como recepcionista en el consultorio de un pediatra. "Demuestra que uno siempre puede lograr su meta y que no solo los hombres son capaces de ser presidentes. Quiero que mis hijos vean que todos pueden hacer lo que se proponen, siempre y cuando trabajen duro".Ambas dijeron que es importante que el futuro presidente sea compasivo con la gente común, y Trump definitivamente no es así. "Es un racista y no solo hacia los latinos, sino hacia todos", dijo Catherine Jiménez, que tiene 20 años de edad y estudia para ser asistente de médico.- Hallie Luckianow dijo que consideró votar por Clinton o Trump. Con su padre en una industria petrolera afectada por la caída de los precios, le atrajo la retórica de Trump de proteger los empleos en el sector energético. Como lesbiana, apoya las promesas de Clinton de apoyar los derechos de los gais.Pero Luckianow, en un parque de Birmingham, Alabama, dijo que al final votó por alguien considera en el medio. "En cierta forma me siento halada por ambas direcciones, así que por eso me decidí por Gary Johnson. Es que toda esta elección ha sido una locura", expresó Luckianow, una terapeuta del lenguaje de 27 años de edad.