La estudiante universitaria Elsa Valle, que junto a otras 500 personas fue detenida en el contexto de las protestas antigubernamentales en Nicaragua, denunció haber recibido maltrato psicológico en la cárcel de mujeres, de la que fue liberada este jueves 27 de septiembre.
“Hubo negligencia médica, hubo maltrato psicológico, hubo de todo”, dijo Valle a la prensa y luego se la vio caminando con una cojera en un pie, que según dijo podría ser una fractura porque “no me atendieron en tiempo y forma”.
Las condiciones carcelarias son de total insalubridad “hay jelepales (chinches), cucarachas y ratones comiéndose nuestra comida, he salido súper enferma”, manifestó la estudiante, que salió junto a otras dos jóvenes de la prisión.Valle, de 19 años, fue detenida el 14 de julio por supuesta tenencia ilegal de armas, en las cercanías de la Universidad Politécnica (Upoli) donde estuvo atrincherada con otros estudiantes cuando estallaron las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, el 18 de abril.
El juez Melvin Vargas, de Managua, ordenó la libertad de Valle a petición de la fiscalía, según una resolución judicial, en la que habría desistido de proseguir la causa en su contra.
El caso de Valle fue notorio ante la cruzada emprendida por su padre, Carlos Valle, quien asistió a las marchas opositoras con una pancarta con la foto de su hija exigiendo su libertad. Según su esposa, el hombre fue detenido durante una protesta sin que se le hayan formulado cargos.
“Viva Nicaragua libre”, gritó la estudiante al traspasar la puerta del penal, donde aseguró que “no me voy a rendir jamás hasta que Nicaragua sea liberada”.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) reportó que hay cerca de 500 detenidos, entre ellos estudiantes, líderes de las protestas y pobladores, de los cuales unos 300 están acusados de los delitos de terrorismo y crimen organizado.