Paul Manafort, el exjefe de la campaña de Donald Trump, fue acusado el martes de considerarse "por encima de la ley" en la apertura de su juicio por fraude bancario y fiscal, el primero derivado de la explosiva investigación rusa que envenena el mandato del presidente estadounidense.
Manafort, de 69 años, se declaró no culpable en 18 cargos de fraude bancario y fiscal relacionados con sus actividades de lobby a favor del antiguo gobierno prorruso de Ucrania. La inculpación surgió de la investigación que lleva adelante el fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en la última carrera electoral estadounidense, aunque los cargos no están relacionados con su desempeño como jefe de campaña de Trump.
"Paul Manafort se colocó a sí mismo y a su dinero por encima de la ley", dijo el fiscal federal adjunto Uzo Asonye durante los alegatos iniciales en la corte de Alexandria, Virginia. Manafort, un veterano consultor político republicano, encabezó durante tres meses el equipo de campaña de Trump antes de verse obligado a dar un paso al costado debido a su actividad como cabildero en Ucrania.
Se le imputan cinco cargos por declaraciones de impuestos falsas por no informar al Servicio Interno de Ganancias de cuentas bancarias en el extranjero, con el fin de ocultar millones de dólares de ingresos por sus actividades en favor del expresidente ucraniano prorruso Víctor Yanukovich. También está acusado de fraude bancario relacionado con varios préstamos multimillonarios que obtuvo de diferentes bancos. Se espera que el juicio dure unas tres semanas.
"Todos estos cargos se reducen a un simple problema: que Paul Manafort mintió", dijo Asonye, quien también entró en detalles sobre los gastos de Manafort, incluida una chaqueta de avestruz de 15 mil dólares, antes de que el juez de distrito T.S. Ellis lo interrumpiera diciendo que eso no era un crimen.
La defensa, en tanto, describió a un profesional "muy ocupado" que delegaba la gestión diaria en su exsocio Richard Gates, un testigo clave del juicio, quien "se habría aprovechado de su confianza". Los fiscales planean presentar a casi tres decenas de testigos durante el juicio, incluyendo a Gates, quien coopera con los acusadores tras declararse culpable de cargos menores en febrero. Cinco testigos obtuvieron inmunidad de parte de la fiscalía para declarar en contra de Manafort.
Mueller, exdirector del FBI, ha inculpado hasta el momento a 32 personas en el marco de la investigación sobre una supuesta colusión entre la campaña de Trump y Rusia para ayudar al magnate a llegar a la Casa Blanca. Trump ha tildado reiteradamente la investigación como una "caza de brujas" motivada políticamente y también ha negado cualquier relación de su campaña con Moscú.
Mientras Gates y otros, incluyendo al exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, se han declarado culpables, Manafort se ha negado a acordar con los fiscales. Más temprano, en las afueras del tribunal, un puñado de manifestantes anti-Trump se reunieron con carteles en los que se leía: "Enciérrenlo", "Es la hora de Mueller" y "Trump no pasaría ni un segundo en prisión por ti". Expertos legales estimaron que Manafort podría estar esperando ser declarado no culpable u obtener un perdón presidencial.
Jonathan Turley, profesor en la Facultad de Derecho en la George Washington University, consideró que las probabilidades del exoperador político de salir airoso del juicio no son buenas. "Este es un caso excepcionalmente difícil para la defensa", dijo Turley a la AFP. "Mueller solo tiene que asegurarse la condena por uno de los cargos para encarcelar a Manafort por una década", afirmó.
Turley estimó que Manafort podría estar apostando "a la estrategia del perdón", pues "ha permanecido leal" y "puede pensar que no tiene mucho que perder si va a juicio y mantiene sus chances de un perdón" presidencial.
Manafort ha pasado el último mes en una prisión de Alexandria, en las afueras de Washington DC, luego de que una jueza federal le revocara el arresto domiciliario y una fianza de 10 millones de dólares por presuntamente manipular testigos en otro caso que tiene pendiente. Se espera que Manafort vaya a juicio en septiembre en la capital federal por cargos -también presentados por Mueller- de conspiración, lavado de dinero y no registrarse como agente de un gobierno extranjero. Trump calificó de "muy injusto" al encarcelamiento de Manafort en junio pasado.