Más de un millar de delegados de todo el mundo, incluidos 30 ministros de medio ambiente, abrieron este martes 8 de octubre en Costa Rica un encuentro de tres días para discutir una agenda contra el cambio climático, en medio del escepticismo de los líderes de países grandes, como Estados Unidos y Brasil.
Los participantes plantearon la necesidad de buscar en la naturaleza los mecanismos para contener el calentamiento global, provocado por la emisión de dióxido de carbono (CO2).
El tema dominó la apertura del encuentro en San José, que sirve de preámbulo a la 25 Conferencia de las Partes (COP 25) sobre cambio climático que se efectuará en diciembre en Chile.
"Levantemos la mirada para entender que lo que enfrentamos en materia de cambio climático es nada menos que la existencia de la humanidad", advirtió la diplomática costarricense Christiana Figueres.
La ministra chilena del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, explicó que la cita de su país marcará un "punto de inflexión" en las deliberaciones climáticas, al pasar de las negociaciones a la acción.
"Se transforma en una instancia de negociación a una de acción, con un objetivo claro: seguir a la ciencia", explicó Schmidt a periodistas.
De su lado, Figueres encabezó las negociaciones que culminaron con el Acuerdo de París de 2015, por el cual 195 países se comprometieron a reducir sus emisiones de CO2 para contener el calentamiento global.
"La ciencia nos ha dicho que para prosperar en este planeta, no sólo sobrevivir, no podemos dejar que la temperatura suba más allá de 1.5 grados" centígrados, agregó Figueres.
Sin embargo, el encuentro se realiza ante las señales de escepticismo de países de gran peso en la agenda climática, como Estados Unidos y Brasil, cuyos gobernantes han mostrado desinterés en los compromisos contra el calentamiento global.
El diplomático Luis de Alba, enviado especial del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, comentó que es "muy grave" la falta de respuesta de los grandes emisores de gases de efecto invernadero.
"Los principales emisores no han respondido de la manera que esperábamos y eso es muy grave", comentó De Alba.
El ecologista italiano Marco Lambertini, director general de la organización World Wildlife Fund (WWF), urgió a revertir las dos curvas que tienen al planeta en rojo: el aumento de las emisiones de gases de invernadero y la caída en la biodiversidad.
Para, ello propuso un pacto global alrededor de metas clave como "cero pérdida de hábitats, cero extinción de especies por efecto humano, y reducir a la mitad la huella de la producción y el consumo".
En el mismo sentido, el ministro costarricense de Medio Ambiente, Carlos Manuel Rodríguez, advirtió que hoy en día se invierte "mucho más en actividades que destruyen la naturaleza que en aquellas que la preservan".