El expresidente costarricense Oscar Arias abogó por la liberación del líder opositor venezolano Leopoldo López, que cumplió este jueves dos años de detención en una cárcel militar.
Arias afirmó que el primer signo de reconciliación en Venezuela debe ser la liberación de López y de todos los llamados "presos políticos", proceso que está tramitando la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, a través de un proyecto de ley de amnistía que fue aprobado esta semana en una primera discusión y deberá ser sometido próximamente a un segundo debate para su aprobación final.
El Premio Nobel de la Paz en 1986 dijo, en un discurso que ofreció en una sesión especial del Congreso, que la liberación de los opositores encarcelados es una "señal obligatoria" para el gobierno del presidente Nicolás Maduro "cuyo récord democrático ha transitado de cuestionable a deshonroso".
"De la libertad de los presos políticos, de la libertad de Leopoldo López depende que Venezuela pueda volver a ser reconocida como una democracia que respeta los derechos humanos", agregó.
López fue condenado en septiembre del año pasado a casi 14 años de prisión por promover violentas protestas en Caracas en febrero de 2014 que dejaron tres muertos y decenas de heridos.
La liberación del líder opositor y varias decenas de los llamados "presos políticos" fue una de las banderas que promovió la coalición opositora en la campaña de las elecciones parlamentarias del año pasado.
El proyecto de ley de amnistía y reconciliación nacional fue objetado por Maduro, lo que pone en duda que la regulación pueda llegar a aplicarse.
El expresidente polaco y también Premio Nobel de la Paz en 1983 Lech Walesa llamó a las partes en Venezuela a buscar el entendimiento y dijo también en el Congreso que si los venezolanos no llegan al entendimiento "eso se termina mal, eso se termina con guerra".
Walesa indicó a la prensa, por medio de una intérprete, que los logros que alcanzó los hizo a través del diálogo y afirmó que de no haberlo hecho Polonia habría terminado como Ucrania.
Naomi Tutu, hija del arzobispo surafricano retirado Desmond Tutu, también cuestionó la existencia de presos políticos en Venezuela y expresó en el Congreso, a través de una intérprete, que en una sociedad de justicia "no podemos tener personas en prisión simplemente por hablar su posición y hablar acerca de sus ideas".
Los congresistas estadounidenses Ben Cardin y Mario Díaz-Balart también rechazaron en sendos comunicados el encarcelamiento de López, que consideraron "inaceptable" e "indignante".
Al unirse a las peticiones internacionales que exigen la liberación del opositor venezolano, Cardin dijo en un escrito que el caso de López representa un recordatorio del "deterioro" de las libertades fundamentales en Venezuela, y afirmó que la excarcelación de los llamados "presos políticos" es un primer paso necesario para resolver la crisis política y económica del país suramericano.
López dijo, en una entrevista que fue publicada este jueves por el diario local El Nacional, que está convencido de que su encarcelamiento valió la pena y sostuvo que al gobierno de Maduro "le quedan horas".