El expresidente de El Salvador, Francisco Flores, permanece este martes 26 de enero de 2016 en estado de coma en el hospital privado, donde fue trasladado de urgencia la noche del domingo pasado. Se está a la espera de conocer cómo reacciona el expresidente centroamericano luego de las dos intervenciones quirúrgicas –de cateterismo y una craneotomía– que le han practicado entre el domingo y lunes, reportaron medios de comunicación de ese país. El domingo pasado el expresidente salvadoreño –bajo arresto domiciliario– sufrió un derrame cerebral a consecuencia de un coágulo; fue llevado a un hospital particular para ser operado y luego cayó en coma.
Según los informes de prensa, el abogado de Flores, Edgar Morales Joya, dijo que la situación de su cliente durará varios días debido a que los médicos abrieron una parte del cráneo para evitar la inflamación del cerebro y permanece conectado a un respirador artificial. “La situación es difícil y muy compleja”, comentó anoche Yanira Ticas, otra representante legal, según La Prensa Gráfica. Flores se mantiene con "pronóstico reservado" en la unidad de vigilancia intensiva, añadió Ticas, en declaraciones dadas en el centro hospitalario. Flores, quien padece de trombosis en su pierna derecha y problemas de vesícula, fue hospitalizado también de urgencia el pasado 22 de diciembre, tras sufrir un sangrado interno, pero en esa ocasión no llegó a perder la conciencia como ahora. Un grupo de personas realizó anoche una vigilia en las afueras del hospital para pedir por su recuperación. En tanto, está previsto que este martes el Juzgado Quinto de Sentencia –que procesa a Flores por delitos de corrupción– gire un oficio para que médicos del Instituto de Medicina Legal (IML) le realicen un chequeo al exmandatario.El exgobernante (1999-2004) es acusado por la Fiscalía de recibir –a título personal– donaciones por 15 millones de dólares para obras sociales de parte del Gobierno de Taiwán, las cuales no habría entregado a las arcas del Estado, por lo que se le atribuyen los delitos de peculado, enriquecimiento ilícito y desobediencia a particulares en perjuicio de la administración pública.