El tiempo para encontrar con vida a los 44 tripulantes del perdido submarino argentino ARA San Juan se agotaba este miércoles 22 de noviembre, siete días después de reportarse una avería que motivó una desesperada búsqueda en el Atlántico sur.
Los últimos partes de la Armada (Marina de guerra) señalan que se atraviesa una fase crítica para la supervivencia de los submarinistas, que son buscados por aeronaves y buques de 13 países.
“La preocupación va in crescendo. Vamos entrando de a poco a un tiempo crítico”, dijo el portavoz naval, Enrique Balbi.
Un informe del diario Clarín señaló que se podría haber detectado en altamar una señal de sonar de un objeto metálico, pero ningún responsable del gobierno ni de la Armada lo confirmó.
Las autoridades ordenaron la madrugada del miércoles un operativo de alerta preventiva en hospitales de Comodoro Rivadavia, en la Patagonia, a mil 760 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde podrían ser llevados los marinos si fuesen hallados.
“El escenario en las peores condiciones sería estar en inmersión y con imposibilidad de salir a superficie para hacer snorkel (entrada de aire) y no poder renovar el oxígeno”, explicó Balbi.
Al ARA San Juan lo buscan unos 4 mil efectivos en barcos y aviones de Argentina, Alemania, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Noruega, Perú, Reino Unido y Uruguay.
El sumergible es uno de los tres que posee la Armada. Debía haber llegado el lunes a su base en la ciudad de Mar del Plata, un puerto pesquero y el mayor centro turístico con playas del país, a 400 kilómetros al sur de la capital. Los familiares de los tripulantes viven horas de angustia en el apostadero marplatense de submarinos.
Los parientes no pierden la fe pese a la adversidad. “Tenemos esperanza de que los van a encontrar”, dijo a la AFP Claudia de Ramos, madre de Fabiana Ramos, una suboficial maquinista del destructor argentino ARA Sarandi, que zarpó hacia el área de búsqueda con equipos de detección.