El fiscal del Vaticano solicitó este lunes 4 de julio la condena para cuatro de los cinco personas enjuiciadas por divulgar documentos confidenciales de la Santa Sede, mejor conocido como el escándalo Vatileaks, entre ellas para el periodista italiano Gianluigi Nuzzi.
"El fiscal pidió un año de cárcel para mí por complicidad moral y absolvió al otro periodista, Emiliano Fittipaldi", comentó indignado en un tuit Nuzzi.
Se trata de la primera vez que el Estado más pequeño del mundo procesa a dos periodistas por filtración de documentos sobre la malversación y el despilfarro en las cuentas de la Santa Sede, lo que ha sido calificado por la prensa italiana como una "nueva Inquisición".
La absolución para Emiliano Fittipaldi fue pedida por falta de pruebas, mientras que para los demás involucrados fueron solicitadas condenas de casi cuatro años.
El llamado 'promotor de justicia' del Vaticano, el equivalente al fiscal, pidió la condena más severa, de tres años y nueve meses, para la consultora italiana Francesca Chaouqui, acusada de haber sido la responsable e inspiradora de la creación de una "asociación criminal" con el fin de divulgar noticias y documentos confidenciales a los que tenía acceso gracias al propio cargo en el Vaticano.
Una pena de tres años y un mes fue solicitada para el prelado español cercano al Opus Dei, monseñor Ángel Vallejo Balda, quien confesó haber divulgado datos importantes cuando era responsable de la extinta Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA), creada por el papa Francisco para estudiar la reforma de las finanzas vaticanas.
El prelado español reconoció haber entregado a Nuzzi las palabras claves para poder acceder a material confidencial sobre las controvertidas finanzas de la Santa Sede.
La fiscalía también pidió una pena de un año y un mes para Nicola Maio, colaborador de Balda. "El veredicto se conocerá el miércoles o el jueves. Estoy segura de que nos condenarán a todos", escribió en su página de Facebook Chaouqui, quien llegó a la sala con su bebé recién nacido para asistir al alegato final de la fiscalía.
"Ellos van a hablar con odio, pedirán mi condena sin pruebas por un crimen que no cometí", añadió Francesca Chaouqui. "Voy a escuchar en silencio, con Elías Pietro Antonio (su hijo) en los brazos. Lo llevo porque este juicio ha sido un calvario también para él", comentó.
El juicio inició en noviembre tras la detención del obispo Vallejo Balda y la acusación contra Chaouqui de haber filtrado a periodistas documentos confidenciales, lo que es considerado un delito por la justicia vaticana.
Los dos periodistas, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, emplearon esos documentos para escribir dos libros, "Camino de la Cruz" y "Avarizia" (Avaricia), en los que denuncian las fallas y la mala gestión financiera en el Vaticano pese a la voluntad de Francisco de querer reformar la entidad. Los alegatos finales de los abogados han sido programados para el martes y se espera que el veredicto sea pronunciado el miércoles o jueves.