La exfiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, dice que la campaña anticorrupción del gobierno es una fachada para encubrir una lucha de poder en la cúpula del partido gobernante. "Esto no es una purga" de funcionarios corruptos, dijo Ortega en una entrevista. "Esta es una disputa por el territorio".
El gobierno del presidente Nicolás Maduro ha intensificado las detenciones de directivos del gigante estatal Petróleos de Venezuela SA, que ha dejado a decenas de altos ejecutivos y dos exministros en prisión.
Ortega, quien fue destituida de su puesto como fiscal general de la nación en agosto, dice que Maduro y otros alto funcionarios del gobierno han sido conscientes desde hace mucho tiempo de la corrupción generalizada en la compañía conocida como PDVSA y otras instituciones del Estado, pero reprimieron las investigaciones para proteger a sus aliados políticos.
Investigaciones anteriores sobre la industria petrolera de la nación o la complicidad del Estado en los esquemas de fraude cambiario fueron sistemáticamente obstaculizadas por los altos funcionarios del gobierno, el Tribunal Supremo y por el propio Maduro, dijo Ortega.
"Cada vez que actuábamos encontramos obstáculos, y el Tribunal Supremo emitía una decisión para impedir la persecución penal", dijo en una entrevista en la oficina de Bloomberg en Bogotá, donde vive ahora.
RUPTURA CON MADURO
Ortega, aliada cercana del fallecido presidente Hugo Chávez, fue la principal autoridad policial del país entre 2007 y 2017. Alguna vez ardiente defensora del régimen socialista, rompió relaciones con Maduro a principios de este año cuando el mandatario se movilizó para consolidar el poder desmantelando la Asamblea Nacional liderada por la oposición, lo que provocó meses de sangrientas protestas.
Las críticas de Ortega al gobierno de Maduro contrastan con su reticencia anterior en medio de los escándalos de la época de Chávez. Después de que los aliados de Maduro cesaran a Ortega, el Tribunal Supremo ordenó la detención de su marido, el diputado Germán Ferrer, acusándolo de dirigir una red de extorsión usando la oficina de la fiscal. La pareja niega los cargos y huyó a Colombia.
Ortega dice que intentó en muchas ocasiones acabar con las prácticas ilegales y la negligencia en PDVSA, iniciando más de 300 investigaciones sobre la compañía, pero el procesamiento fue bloqueado reiteradamente por los principales ejecutivos de la empresa, como los exministros de petróleo, Eulogio del Pino y Nelson Martínez.
Luego de una explosión mortal en la refinería de Amuay en 2012 en la que murieron más de 40 personas, el mismo Maduro frenó la investigación por negligencia de la compañía iniciada por Ortega, dijo.
