Francia conmemoró este domingo con sobriedad el primer aniversario de los atentados de París, en una jornada solemne en la se inauguraron placas en memoria de las 130 víctimas del Estado Islámico (EI) para recordar un evento enlutó a Francia.
Después de que el sábado la sala de conciertos Bataclan, donde murieron 90 personas, reabrió sus puertas con un concierto del cantante británico Sting, este domingo el presidente francés François Hollande encabezó las ceremonias oficiales para honrar a las víctimas. El primer homenaje empezó a las 09H00 locales (08H00 GMT) frente al Estadio de Francia, donde Hollande desveló una placa en memoria de Manuel Dias, un portugués de 63 años que murió a pocos metros del estadio cuando un kamikaze se hizo estallar.
Tras un minuto de silencio, Michael Dias, hijo de este portugués que llegó a Francia cuando tenía 18 años, huyendo de la dictadura, leyó un mensaje en el que instó a la tolerancia."No he dejado de escuchar a mi padre, nos dice que no debemos vivir con miedo. Frente a este miedo de vivir, de salir, debemos seguir avanzando libres (...) sin ceder nunca frente a quienes nos quieren aterrorizar", declaró este hombre de 31 años.
Este vibrante discurso fue el único pronunciado en las conmemoraciones, en las que se nombró a cada una de las 130 víctimas.Hollande, quien estaba presente en el estadio el 13 de noviembre de 2015, habló durante unos minutos con algunos de los heridos presentes, entre ellos un guardia de seguridad en silla de ruedas. Pero no dio ningún discurso.
En la noche del 13 de noviembre de 2015, la ola de terror empezó en las inmediaciones del estadio nacional de Saint-Denis, al norte de la capital, y continuó en el Bataclan y terrazas de bares y restaurantes.
Siguiendo el orden cronológico de los ataques, el mandatario socialista, acompañado del primer ministro Manuel Valls y la alcaldesa Anne Hidalgo, inauguraron después otras placas cerca de bares y restaurantes del noreste de la capital, donde murieron 39 personas.
Al caer la noche, miles de personas depositaron 3 mil 500 farolillos en el canal Saint Martin, ubicado cerca del barrio siniestrado. Las lámparas portaban mensajes de paz como "Nunca olvidaremos", "pensamos en ustedes" y "bondad".
El arzobispo de París, el cardenal André Vingt-Trois, presidió una misa en memoria de las víctimas en la catedral de Notre-Dame, en la que felicitó a los franceses por evitar "una guerra civil, una guerra de religiones".
Sin embargo, estos atentado cambiaron Francia, que endureció su política de seguridad y que vio surgir una crispación de los discursos contra la comunidad musulmana.Un año después del horror, un 59% de los franceses estiman que estos eventos cambiaron para siempre su forma de ver la vida y 56% dicen que siguen "con rabia", indicó una encuesta publicada este domingo por el diario Le Parisien.
El primer ministro dijo este domingo a la cadena BBC que el estado de emergencia será prolongado.Olivier, de 28 años, luchaba para contener las lágrimas durante la ceremonia que tuvo lugar frente al bar Le Carillon y el restaurante Le Petit Cambodge.
Este joven recibió una bala en el brazo y vio morir a uno de sus amigos. El domingo, acompañó a la madre de su amigo fallecido. "Tenía que venir para apoyarla", dijo a la AFP.
La última placa fue desvelada frente al Bataclan, la sala de conciertos donde un comando yihadista irrumpió en medio de un concierto de la banda estadounidense Eagles of Death Metal y masacró a 90 personas.
Fue una ceremonia "sobria, digna y emotiva. Nunca pensé que escuchar los nombres de las víctimas me afectaría tanto", dijo a la AFP Thierry, uno de los sobrevivientes del Bataclan. "No los olvidaremos", dijo durante el concierto del sábado Sting, ante unas mil 500 personas, entre ellos sobrevivientes y familiares de víctimas.
La dirección del Bataclan declaró que negó la entrada a Jesse Hugues, el vocalista de Eagles of Death Metal, y a otro miembro del grupo por sus declaraciones polémicas sobre los guardias de seguridad del Bataclan. Pero el mánager del grupo desmintió el incidente.
El cantante asistió sin embargo a las conmemoraciones del domingo.
Dentro del programa, la alcaldía del distrito IX de París, soltó decenas de globos multicolores. En el homenaje, Caroline Langlade de la asociación de Life for Paris, pidió "dar tiempo a las víctimas para que se recuperen". Entre los presentes en los homenajes había turistas extranjeros, pese a que en este año, París y sus alrededores, han perdido cerca de dos millones de visitantes.
"Muchos japoneses ya no vienen a París por los atentados, pero yo quería estar al lado de Francia", explicó Yoshihide Miwa, de 49 años.