El gobernador de Puerto Rico ordenó revisar todos los casos de muerte ocurridas en este territorio estadounidense desde el paso del huracán María, tras la divulgación de informes que apuntan a que la cifra oficial de fallecidos por la devastadora tormenta sería muy inferior a la real.
"Esto va más allá de los números. Se trata de vidas: gente real, que deja detrás seres queridos y familias", señaló este lunes el gobernador Ricardo Rosselló en un comunicado.
El huracán María atravesó Puerto Rico el 20 de septiembre con potentes vientos de 250 Km/hora y dejó graves daños en su infraestructura, ya estropeada por el huracán Irma, que había azotado dos semanas antes.
El sistema eléctrico quedó colapsado y aún hoy la generación de energía está en menos del 70% de su capacidad.
Durante los dos meses que siguieron al huracán, los 3.4 millones de pobladores de este territorio estadounidense tuvieron que lidiar con poca o escasa agua potable y la ausencia de electricidad, que afectó principalmente a los ancianos, los pacientes diabéticos y los que dependen de máquinas como respiradores para sobrevivir.
El promedio de muertes en octubre, por ejemplo, superaba ampliamente el del año anterior, según cifras gubernamentales obtenidas por la AFP.
Ese mes se registraron 2 mil 963 muertes, 606 (25.7%) más que en octubre de 2016.
En septiembre se repetía el mismo patrón, al comparar las muertes del año pasado con las de este.
Los datos no aclaran la causa de muerte y el balance de fallecidos adjudicado oficialmente al paso de María se mantiene en 64.
El gobierno defiende sus métodos de conteo.
No obstante, analizando los registros de defunción, el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) de Puerto Rico, Vox.com, el canal CNN y el New York Times colocaron las muertes vinculadas a María entre 500 y más de 1,000.
Estos medios relacionaron sus investigaciones con testimonios producto de sus visitas de campo a funerarias, casas de ancianos y hospitales.
En su declaración, Roselló dijo que su gobierno siempre esperó que la cifra de muertos relacionada con el huracán aumentara a medida que llegara más información factual.
Los estudios hechos por los medios son estadísticos en su naturaleza, dijo.
Pero añadió: "Cada vida es más que un número y cada muerte debe tener un nombre e información vital vinculada, al igual que una descripción exacta de los hechos relacionados con el fallecimiento".
La revisión oficial indagará todas las muertes ocurridas en la isla desde la tormenta, sin importar lo que diga el certificado de defunción en cada caso, dijo Roselló.
Para el demógrafo y consultor independiente Raúl Figueroa, "el manejo de la cifra de muertes no ha sido el más apropiado. Debe ser manejado por un epidemiólogo, acompañado de estudios".
"Aquí hubo médicos que no contaban con un protocolo sobre cómo reportar los muertos para que a su vez pudieran ser certificados por el gobierno, y una ciudadanía acorralada por sus necesidades primarias y vitales que no reportaban a sus muertos", dijo Figueroa a la AFP.
