La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, se congratuló este martes 17 de julio del avance del gobierno en la "liberación" de ciudades que han sido bloqueadas por opositores con barricadas, en medio de un violento ataque de fuerzas gubernamentales a la ciudad rebelde de Masaya.
Fuerzas antimotines y paramilitares atacaron este martes a la combativa ciudad de Masaya, un bastión opositor que el gobierno no ha logrado controlar y donde se encuentra el barrio de Monimbó, símbolo de las protestas que dejan unos 280 muertos en tres meses.
"Vamos avanzando en la liberación de nuestro territorio (...) Estamos asumiendo como gobierno la reconstrucción de la paz que nos quisieron arrebatar, un enorme reto, desafío y tenemos la confianza que lo vamos a lograr", dijo Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, a medios oficialistas.
La poderosa vicepresidenta comentó que Nicaragua ha vivido "días sumamente difíciles en los que hemos estado llenos de desgracias producidas por una minoría llena de odio", en alusión a las protestas que estallaron el 18 de abril pasado contra el gobierno.
La crisis se desató por las protestas contra una reforma al sistema de pensiones, que luego fue derogada, pero que derivaron en una movilización masiva en demanda de la salida de Ortega del poder.