El gobierno de Nicaragua se negó a recibir a la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Margarette May Macaulay, a pesar de que ésta solicitó reuniones oficiales antes de llegar a la nación centroamericana.
“Antes de venir solicité a la secretaría general de la OEA que comunicaran mi solicitud de tener la oportunidad de reunirme con representantes del gobierno de Nicaragua y representantes de los funcionarios públicos de Nicaragua, pero no recibimos respuesta alguna a esta solicitud”, explicó la noche del viernes May Macaulay en una rueda de prensa.
May Macaulay, quien también es relatora de derechos de la mujer de la CIDH, llegó a Nicaragua con el objetivo de conocer en detalle la situación de crisis y violencia política en el país que se ha cobrado la vida de más de 320 personas, según recuento de ese organismo de derechos humanos.
“Quiero dejar claro que, como presidenta de la CIDH, y también la comisión entera, estamos abiertos en cualquier momento a tener un diálogo con el gobierno de Nicaragua”, dijo May Macaulay.
Explicó que en tres días de trabajo, se había reunido con grupos de la sociedad civil, víctimas y familiares de víctimas, organizaciones nacionales de derechos humanos, defensores de grupos afrodescendientes y del Caribe y miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, contraparte del gobierno de Daniel Ortega, en el diálogo nacional suspendido desde el 25 de junio pasado.
De igual forma, May Macaulay sostuvo encuentros con miembros del cuerpo diplomático en el país y organizaciones internacionales, y dijo que antes de partir también estaba prevista una reunión con la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que sirve de mediador y testigo en el diálogo.
Señaló que el objetivo final de la misión es que Nicaragua “vuelva a ser un país pacífico, un país donde la justicia reine y se respeten los derechos de los nicaragüenses.”