El ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, aseguró este domingo que ha tomado las medidas legales para cerrar las mezquitas en las que hay personas que propagan el odio, dos días después de los atentados yihadistas que provocaron al menos 129 muertos en París.
"No he esperado a que se decrete el estado de emergencia para combatir a los predicadores del odio, pero con el estado de emergencia podremos ir más rápido", aseguró Cazeneuve en la cadena de televisión France 2, en respuesta a quienes acusan al Ejecutivo de no hacer lo suficiente para combatir el terrorismo.
El expresidente francés y líder de la oposición conservadora, Nicolas Sarkozy, había pedido la expulsión "manu militari" de "los imanes que recen oraciones de signo radical" y que se cierren sus mezquitas.
El ministro del Interior aseguró que el Gobierno siempre ha alertado de la elevada amenaza que pesaba sobre Francia y que por ello han dedicado más efectivos a la lucha contra el terrorismo y se han adoptado nuevos dispositivos legales para combatirlo.
Recordó que hay 34 procedimientos de expulsión de imanes y se comprometió a "ir más lejos" si fuera preciso.
Pese a todas estas medidas, Cazeneuve aseguró que "el riesgo cero no existe sean las que sean las precauciones que se adopten".
El ministro se mostró convencido, sin embargo, de que ganarán la guerra contra el terrorismo.
Reiteró que todos los servicios policiales están movilizados para buscar a un presunto terrorista, cuyo rostro ha sido difundido por la policía.
Cazeneuve afirmó que los atentados fueron comandados por un grupo desde Siria "del que se tiene una idea precisa", pero del que no dio más detalles."Son actos de guerra comandados por bárbaros desde Siria (...) que movilizan redes en su mayor parte situadas en Bélgica", comentó.