Conversaciones grabadas en secreto golpearon el miércoles a dos aliados clave del presidente interino de Brasil, lo que generó la pregunta en el país de si habrá otras conversaciones similares que puedan afectar al nuevo gobierno luego de sólo 13 días en el poder.
Los audios involucran a miembros importantes del fracturado Partido de Movimiento Democrático Brasileño, dirigido por Michel Temer, quien asumió la presidencia luego de que el Senado suspendiera a Dilma Rousseff en espera de su juicio político.
La primera grabación muestra al presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, proponiendo debilitar una de las principales herramientas que los fiscales han usado para atrapar a políticos y empresarios implicados en el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.
El segundo audio revela al expresidente José Sarney prometiéndole al mismo senador ayuda para superar la investigación sobre lo que los fiscales dicen fueron sobornos multimillonarios que involucraban contratos de Petrobras.
En la grabación, Sarney también dice que se negociaron "ciertas condiciones" con la oposición para reemplazar a Rousseff con Temer, su vicepresidente.
Las transcripciones y el audio publicados por el periódico Folha de Sao Paulo parecen alimentar las sospechas generalizadas de que los principales políticos están tratando de sofocar las investigaciones sobre Petrobras.
También podría reforzar la defensa de Rousseff de que el proceso de juicio político fue más una solución política para el escándalo de Petrobras que un castigo por sus supuestas violaciones de las normas fiscales.
En el primer audio, Calheiros sugiere cambiar las leyes para que nadie pueda hacer arreglos de culpabilidad con personas que han sido arrestadas en el caso Petrobras.
Los fiscales han empleado ofertas de sentencias más leves para convencer a los sospechosos de implicar a políticos y empresarios de alto rango, uno de ellos el propio Calheiros.
"No puedes hacer un acuerdo mientras estás arrestado. Eso es lo primero", dijo Calheiros en la conversación con Sergio Machado, un exsenador y exdirector de otra compañía petrolera (Transpetro) que también es investigado.
El Supremo Tribunal de Brasil sopesa actualmente siete investigaciones contra Calheiros en la pesquisa de Petrobras. Aun así, en la grabación, Calheiros dijo que podía "negociar" con los jueces una "transición" de Rousseff a Temer. No brindó detalles en la conversación grabada.
interino desde entonces mientras los senadores realizan el juicio político en los próximos seis meses.
La oficina de Calheiros emitió un comunicado en el que reconoce la conversación, pero insistió en que ella "no revela, indica ni sugiere mención alguna o intento de interferir" con la investigación de Petrobras.
Posteriormente el miércoles, Folha publicó una segunda grabación en donde Sarney le prometió a Machado que le ayudaría a evitar que la investigación del exsenador llegara a las manos del juez de la corte menor Sergio Moro.
Moro, el principal juez en la investigación de Petrobras, ha ido tras varias personas que no tienen puestos federales electos o en el gabinete. Sólo el Supremo Tribunal Federal puede procesar a estos últimos.
Sarney, quien también es padre del ministro de medio ambiente de Temer, dijo en un comunicado que la "solidaridad" lo impulsó a ayudar a Machado. "Lamento que las conversaciones privadas se vuelvan públicas porque pueden lastimar a otros que nunca quisiéramos afectar", declaró.
Sarney también dijo que si los ejecutivos de la importante compañía constructora Odebrecht negociaran una declaratoria de culpabilidad sería una "ametralladora" contra políticos de todos los partidos, incluida Rousseff.
El periódico no precisó quién hizo las grabaciones ni cuándo. No obstante, el miércoles, el tribunal supremo anunció que Machado había hecho un acuerdo con los fiscales, lo que indica una fuerte posibilidad de que él haya hecho las grabaciones.
El tribunal no brindó detalles sobre el acuerdo, y se desconocía el paradero de Machado por el momento.
Las nuevas filtraciones se dieron a conocer dos días después que otra conversación grabada, que también involucra a Machado, generó planteamientos de que incluso el proceso de juicio político contra la presidenta suspendida Rousseff era parte de un intento por detener las investigaciones en Petrobras.
Dicho audio muestra a Romero Juca, un senador que era parte del gabinete nombrado para remplazar al de Rousseff, discutiendo con Machado un juicio político contra Rousseff para detener "la hemorragia".
Juca anunció pocas horas después que la conversación se dio a conocer que solicitaría licencia para separarse de su cargo.