REDACCIÓN INTERNACIONAL (AFP). -Los Guerreros Unidos, el grupo acusado de atacar junto a policías cooptados a los 43 estudiantes desaparecidos en México, es una de las pequeñas asociaciones criminales surgidas del debilitamiento de los grandes cárteles que están sembrando el terror entre la población con secuestros y extorsiones.
Lejos de basar su negocio en la producción de drogas y sin las redes necesarias para dominar rutas del narcotráfico, los Guerreros Unidos no eluden ese rubro pero tienen como principal objetivo cometer delitos del "crimen organizado contra la población civil", explica a la AFP Raúl Benítez Manaut, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, pública).
La extorsión y el secuestro son los delitos preferentes de este 'mini' cartel, que opera en el norte de la región de Guerrero (sur) -donde se encuentra Iguala, la ciudad en la que fueron atacados los estudiantes- en el sur de Morelos (centro) y en parte del estado de México, que rodea la capital.
Los Guerreros Unidos empezaron a cobrar fuerza en 2011 como una escisión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, golpeado por el abatimiento de su líder, Arturo, apodado "El jefe de jefes", en 2009 y la captura al año siguiente de sus importantes operadores "La Barbie" y "El Indio".
"Son básicamente sicarios de entre 16 y 25 años, remanentes de otros grandes cárteles que mantienen sus armas y conocen el modus operandi" del crimen organizado, estima Manaut, que asegura que hoy también cuentan con exmiembros de los violentos Caballeros Templarios de Michoacán (oeste).
Tras la detención en mayo de Mario "El Sapo Guapo" Casarrubias, exmiembro de seguridad de los Beltrán Leyva y presunto fundador de Guerreros Unidos, el grupo habría quedado principalmente en manos de un criminal del que solo se conoce el apodo de "El Chucky".
Este cabecilla es quien presuntamente ordenó la captura y asesinato de al menos 17 estudiantes de los 43 estudiantes que desaparecieron el pasado 26 de septiembre después de ser atacados por sicarios de Guerreros Unidos y policías de Iguala.
Esta infiltración de la Policía de Iguala hizo que las autoridades federales decidieran desarmar el lunes al pleno del cuerpo y lo trasladaran a un centro militar para su evaluación.
Días antes, 22 agentes locales fueron detenidos acusados de colaborar con los Guerreros Unidos. La vinculación del cártel con las autoridades locales "forma parte de su modus operandi, les sirve para tener protección sin ser molestados", afirma Manaut.
Aunque la desagregación de los grandes cárteles hace difícil señalar a un solo gran enemigo, el principal rival de Guerreros Unidos es el cártel de Los Rojos, también escindido de los Beltrán Leyva pero que opera más al sur de Guerrero y con más poder en el negocio del narcotráfico.
Guerreros Unidos, el 'mini' cártel que atacó a estudiantes mexicanos
08 oct 2014 - 12:32 AM