Honduras vuelve a la calma tras vandalismo y violencia

Honduras vuelve a la calma tras vandalismo y violencia


Una relativa calma prevalece hoy en Honduras tras el toque de queda (estado de excepción) establecido por el gobierno, mientras crece la incertidumbre porque no se conoce quién es el presidente que resultó elegido en los comicios generales de hace seis días.

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"Mantenemos el orden público en el territorio nacional", dijo a The Associated Press el portavoz policial, Jair Meza.

Más de 300 personas fueron detenidas cuando huían con electrodomésticos y artículos de hogar robados en centros comerciales en las dos ciudades más importantes del país, Tegucigalpa y San Pedro Sula, y enfrentan penas de 20 a 25 años en prisión.

Las fuerzas de seguridad han recuperado muchos objetos robados y trasladado a los responsables a las jefaturas policiales para ficharlos y encarcelarlos, con el aval del Ministerio Público.

El presidente Juan Orlando Hernández estableció el toque de queda que entró en vigor a las 11:00 p.m. del viernes y ordenó al Ejército y la Policía a asumir el control de las calles por 10 días para evitar acciones vandálicas. La medida, de 10 horas al día, se aplica de las 6:00 p.m. a las 6:00 a.m. con retenes militares en calles y carreteras.

"El toque de queda es para salvaguardar la seguridad del país", indicó el presidente a su salida de un hotel donde se reunió con observadores internacionales.

"Este es el momento que el pueblo se siente respaldado por sus fuerzas armadas y su policía, porque no es posible que alguien se dedique a saquear o a robar", agregó.

El secretario ejecutivo del Consejo de Ministros, Ebal Días, advirtió de que se arrestará a quienes se asocien con el objetivo de cometer hechos delictivos. Se desalojará de todo al que bloquee propiedad pública, carreteras, puentes y otras instalaciones estatales y privadas.

Hernández, quien busca la reelección pese a que la Constitución de 1982 lo prohíbe, mantenía la ventaja con más de 46.692 votos sobre el opositor Salvador Nasralla, líder de la izquierdista Alianza Opositora contra la Dictadura, cuando faltan apenas 1,024 mesas electorales por escrutar.

El Tribunal Supremo Electoral aún no explica cómo Nasralla, que busca frenar las aspiraciones reeleccionistas del mandatario, ganaba por 5 puntos a Hernández al publicar datos preliminares del 57% de la votación poco después de concluida el domingo, y ahora pierde por menos de un dígito.

Los dirigentes de la Alianza tienen dudas sobre el escrutinio de las actas, ya que el sistema informático de cómputo registró interrupciones sospechosas de hasta cinco horas de duración durante tres días.

David Matamoros, presidente del tribunal, dijo que el proceso de contar votos continúa hoy sábado, y que cada partido debía acreditar a 60 representantes para llevar a cabo esa tarea junto a observadores internacionales. "Honduras requiere paz y esperamos concluir el proceso este sábado", añadió. "Eso lo haremos porque esperamos proclamar con transparencia quién es el nuevo presidente de Honduras".

Por su parte, la oposición publicó una lista de 11 demandas, que incluye una revisión más amplia de votos en tres jurisdicciones donde se alega que hubo inconsistencias. Marlon Ochoa, gerente de campaña de la Alianza, dijo que no se presentarán a la cita, porque el tribunal no presenta los datos de varias zonas que son bastiones de su partido en el norte y oeste de Honduras.

No estaba claro si el conteo podría modificar la tendencia a favor del mandatario. Pese a esas disposiciones, el depuesto presidente Manuel Zelaya (2006-2009) y seguidor de Nasralla, convocó a sus seguidores para mañana, domingo, a las 2:00 p.m. a protestar simultáneamente en Tegucigalpa y San Pedro Sula, segunda ciudad hondureña, por la tardanza del tribunal en proclamar al nuevo mandatario hondureño.

Zelaya advirtió además de que quieren revisión de actas y votos de unos 5,550 sufragios de tres departamentos en los que tienen dudas sobre presuntas irregularidades. 

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