Las inundaciones sin precedentes provocadas por la tormenta Harvey, que ha provocado al menos cinco muertos, aisló parcialmente este domingo 27 de agosto Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, con el cierre de dos aeropuertos y el corte de sus principales vías.
En la costa texana, la primera en ser golpeada la noche del viernes cuando Harvey era un huracán de categoría 4 –en una escala de 5–, autoridades y vecinos evaluaban los daños dejados por este fenómeno, el más fuerte en azotar Estados Unidos desde 2005 y Texas desde 1961.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) aseguró que no existen precedentes de inundaciones de este tipo, dato que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) confirmó a través de su cuenta de Twitter: “Este fenómeno no tiene precedentes y la totalidad de su impacto es aún desconocida y puede ir más allá de todo lo ya experimentado”.
La Casa Blanca anunció que el presidente Donald Trump visitará las zonas afectadas el martes 29 de agosto.
Las torrenciales lluvias anegaron las principales carreteras de Houston, dificultando los esfuerzos de las personas que trataban de ponerse a salvo.
“Es una locura ver cómo las calles por las que manejas todos los días están completamente bajo el agua”, contó a la AFP John Travis, un residente de la ciudad.
En la región de Houston/Galveston han caído más de 60 centímetros de lluvia en las últimas 24 horas, señaló el NWS.
Los servicios de emergencia pidieron a los residentes situarse en las partes más altas de la ciudad o en los techos de las viviendas (no en los áticos), para poder ser rescatados por los helicópteros. Hasta ahora se han realizado unos mil 500 rescates.
Los operadores del número de emergencia 911 en Houston recibieron 56 mil llamadas en un lapso de 15 horas. Las autoridades temen que la situación se agrave cuando en los próximos días descienda el agua del interior del estado a las localidad de la costa.
“La situación es grave y va a empeorar”, advirtió el gobernador de Texas, Greg Abbott, en la cadena Fox News. Los daños ascienden a “miles de millones de dólares”, aseguró.
“Aunque haya algo de calma hoy, no piensen que la tempestad ha terminado”, declaró de su lado el alcalde de Houston, Sylvester Turner, llamando a los residentes a quedarse en casa y evitar salir a la calle.
El líder municipal defendió la decisión de no haber evacuado a vecinos antes en una ciudad de 2.3 millones de habitantes. “Es peligroso”, apuntó. “Si ordenas la evacuación y pones a toda la gente en la autopista, estás llamando a una calamidad mayor”.