Florida suspendió la jornada escolar en su costa atlántica y los parques de diversiones estaban atentos al huracán Matthew que cobró velocidad en su avance hacia la costa este.
Las autoridades del condado de Brevard ordenaron la evacuación de las islas costeras y zonas inundables.
Los que habitan en casas rodantes o prefabricadas también deben abandonarlas.
La gobernadora de South Carolina, Nikki Haley, podría ordenar a un millón de personas que abandone la costa, y preveía dar a conocer su plan en las próximas horas.
La evacuación empezaba a regir a las 3:00 p.m. (1900 GMT), pero el tráfico avanzaba a paso de hombre durante la hora pico en la Interestatal 26 cuando la gente huía anticipadamente de la tormenta. Escaseaba la gasolina, y el secretario de Justicia estatal advirtió a las gasolineras que no cobraran en exceso. En Florida, la página web de Walt Disney World dijo que todos sus parques y balnearios "funcionan actualmente bajo condiciones normales" mientras se vigila la tormenta. Aconsejaron a los que planeaban visitar sus parques a estar atentos a los boletines meteorológicos. SeaWorld en Orlando anunció en su página que “se anticipan horarios modificados debido al huracán Matthew”.
Las autoridades temen la despreocupación de la gente, sobre todo en el sur de Florida, donde no se ha visto un huracán de gran potencia en los últimos 11 años. En el condado Miami-Dade, el distrito escolar más grande del estado, las autoridades dijeron que vigilarán la tormenta el miércoles antes de decidir si suspenden las clases el jueves y viernes. En tanto, rige un alerta por tormenta tropical en la zona. Desde el condado de Broward hasta la Costa Espacial, donde rigen advertencias por huracán, se han cancelado las clases por el resto de la semana, y algunos distritos están cancelando el resto de la jornada del miércoles. La mayoría de las universidades en las zonas de advertencia también han cancelado las clases a partir del miércoles por la tarde. Matthew, una peligrosa tormenta de categoría 3 con vientos sostenidos de 185 kph (115 mph), se acercaba a las Bahamas el miércoles por la mañana y se pronosticaba su acercamiento a la costa atlántica de Florida para el jueves por la noche. La precedían vientos fuertes, lluvias intensas y una peligrosa marejada.