Las autoridades establecían un sistema de análisis de ADN y traían perros sabuesos, morgues móviles y cuadrillas de rescate para hallar e identificar a víctimas del incendio más mortal en la historia de California, siniestro que dejó al menos 44 muertos.
Cinco días después de que el incendio calcinó Paradise, pueblo de 27 mil residentes en el norte del estado, no era cierta la cantidad de desaparecidos. Pero el total de víctimas mortales iba en aumento.
"Quiero recoger la mayor cantidad posible de restos, lo más pronto posible, porque sé lo que esto significa para los seres queridos de las víctimas", dijo el jefe policial del condado de Butte, Kory Honea, el lunes por la noche, cuando anunció que habían descubierto 13 muertos más.
Más de una docena de cuadrillas de socorristas buscaban restos en el terreno arrasado que otrora fue Paradise, mientras familiares ansiosos visitaban refugios y llamaban a la Policía y hospitales con la esperanza de encontrar a sus seres queridos.
Lisa Jordan manejó mil kilómetros desde Yakima, Washington, para buscar a su tío Nick Clark y su esposa Anne, quienes vivían en Paradise. Anne Clark tenía esclerosis múltiple y no podía caminar. Jordan dijo que al parecer nadie sabía si ellos pudieron escapar o si es que su casa seguía en pie.
"Tengo esperanzas", dijo. "Uno sigue peleando hasta el último momento".
Las autoridades dijeron que estaban trayendo dos morgues móviles de las fuerzas armadas, estaban pidiendo 150 socorristas más y tratando de establecer un sistema rápido de ADN para agilizar el análisis de restos.
Las llamas fueron tan intensas que derritieron metales. En algunos casos, socorristas hallaron huesos o fragmentos de huesos, que fueron guardados en bolsas de cadáveres. Investigadores están consultando con antropólogos forenses para que les ayuden a identificar los restos.
Capellanes acompañaron a algunos equipos de morgue que visitaron docenas de casas pertenecientes a desaparecidos. No ver carros en la entrada del garaje se consideraba una buena señal, ver un auto era de mal agüero y ver varios autos quemados era bastante preocupante.
Entre tanto, investigadores estatales que trataban de hallar la causa del siniestro parecían estar llegando a la conclusión de que el origen derivó de cables del Pacific Gas & Electric Co.