Mientras los chiíes afganos lloraban y sepultaban a las víctimas, la filial del grupo extremista Estado Islámico (EI) en el país se atribuyó el jueves la autoría de un atentado suicida ocurrido en la víspera en una zona chií de la capital, Kabul, en el que fallecieron 34 estudiantes.
Las compungidas familias se congregaron para enterrar a sus muertos en una jornada sombría en la que la violencia no dio tregua.
Hombres armados sitiaron un complejo del servicio de inteligencia afgano en un barrio del noroeste de Kabul a primera hora del día, disparando contra las fuerzas de seguridad que accedían al recinto para frenar el asalto.
La milicia radical EI publicó su reivindicación a través de su agencia de noticias, Aamaq, y dijo que más de 200 personas murieron o resultaron heridas el miércoles.
El suicida que se inmoló en un aula de un centro educativo en el vecindario de Dasht-e-Barchi fue identificado como "el hermano que buscaba el martirio Abdul Raouf al-Khorasani".
La filial afgana del grupo extremista se hace llamar Estado Islámico en la Provincia de Khorasan, en referencia al antiguo nombre que recibía la región que ahora ocupan parte de Irán, Afganistán, Afganistán y Asia Central.