Las conversaciones telefónicas pinchadas entre el expresidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, y figuras públicas destacadas apuntan a que se hicieron intentos para interceder en favor del expresidente en sus problemas judiciales, según el magistrado a cargo de la amplia investigación sobre la petrolera estatal brasileña Petrobras.
El juez Sergio Moro desveló casi 50 grabaciones el miércoles. La publicación se produjo horas después de que la presidenta, Dilma Rousseff, nombrase a Silva como su jefe de gabinete, una decisión que sus detractores vieron como un intento de proteger al exmandatario de una posible detención.
En su presentación, Moro justificó la publicación afirmando que las democracias “exigen que la gente sepa lo que hacen sus dirigentes, incluso cuando intentan actuar al abrigo de la sombra”.
También destacó que no hay indicios de que los intentos de conseguir favores para Lula tuvieran éxito, pero la sucesión de acontecimientos de la jornada pareció avivar el descontento contra Rousseff y el gobernante Partido de los Trabajadores.
La Policía empleó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra una multitud de unos 5 mil manifestantes contrarios al gobierno que se congregó ante el Congreso el miércoles por la noche.
También hubo protestas en Sao Paulo y Río de Janeiro. En la ciudad sureña de Curitiba, donde trabaja Moro, cientos de personas se reunieron ante la corte en apoyo al magistrado y a su investigación sobre una trama corrupta en Petrobras, que según los fiscales implicó miles de millones en sobornos para asignar contratos inflados.
Unos 3 millones de personas participaron el domingo en marchas contra el gobierno en todo el país.
El nombramiento de Lula como jefe de personal está ampliamente considerado como una maniobra para protegerlo de problemas legales. Bajo la ley brasileña, sólo la Corte Suprema de Brasil puede autorizar la investigación, encarcelamiento y juicio de los miembros del gabinete y los legisladores.
Ese estado legal especial ya aplica para Lula porque su nombramiento apareció en una edición especial de la gaceta oficial gubernamental. Estaba previsto que asumiera el cargo en una ceremonia en Brasilia el jueves por la mañana.
“Observo que en algunos diálogos se habla al parecer de tratar de influir u obtener ayuda de los funcionarios en la oficina de la fiscalía pública o del magistrado en favor del expresidente”, indicó Moro en un texto publicado el miércoles por la noche que acompañaba a las casi 50 grabaciones.
Sin embargo, añadió, “no hay indicios dentro o fuera de los diálogos de que aquellos mencionados de hecho procedieran de una manera inapropiada”.