El inicio del juicio del mexicano Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los mayores jefes narcos de la historia, previsto inicialmente para el 16 de abril, será aplazado a septiembre.
El juez Brian Cogan, a cargo del caso, aceptó una moción del abogado del exjefe del cártel de Sinaloa, Eduardo Balarezo, que pedía aplazar el proceso a agosto o septiembre para tener más tiempo a fin de examinar con su cliente más de 290 mil páginas de documentos y cientos de miles de grabaciones presentados por la acusación.
La preparación del proceso, señala el abogado, es tanto más complicada porque solo puede ver a El Chapo a través de un vidrio, debido a las condiciones de extremo aislamiento en las que el capo narco está encarcelado.
"Debido a que el calendario de las vacaciones de verano (boreal) puede reducir significativamente la asistencia de jurados si el juicio comienza en agosto, el proceso será fijado para septiembre de 2018", sostuvo el juez Cogan en una nota al gobierno y a la defensa, sin dar más detalles. Balarezo no respondió de manera inmediata un pedido para comentar la información.
La próxima audiencia tendrá lugar el 15 de febrero, y allí ambas partes escogerán la fecha exacta de comienzo del juicio, que debe durar varias semanas. El exjefe del cártel de Sinaloa, de 60 años, famoso por sus dos espectaculares escapadas de prisión de cárceles mexicanas, está preso en total aislamiento en Manhattan desde su extradición a Estados Unidos el 19 de enero de 2017.
México decidió finalmente extraditar a El Chapo luego de una segunda y cinematográfica fuga de una prisión mexicana, en 2015, a través de un túnel de 1.5 km de largo y 10 metros de profundidad cavado hasta el desagüe de su ducha. Es acusado de 17 delitos, entre ellos haber dirigido uno de los mayores imperios del narcotráfico de las Américas y enviar más de 200 toneladas de cocaína a Estados Unidos. Solo el primero, dirigir el cártel de Sinaloa, puede implicar la cadena perpetua, pero El Chapo insiste en su inocencia.
En diciembre, su abogado negó haber pasado mensajes del exjefe narco a eventuales testigos de su futuro juicio, o haberlos amenazado, como le acusa "sin pruebas" el gobierno. Balarezo aseguró que el gobierno intenta intimidarlo y está obstaculizando el derecho a la defensa de su cliente. También se quejó de que solo conocerá la identidad de los testigos que cooperan con el gobierno poco antes de que sean presentados al jurado, con lo cual no tendrá suficientemente tiempo para preparar los contrainterrogatorios.