El presidente Pedro Pablo Kuczynski dijo que no renunciará conforme lo ha pedido la oposición, luego que la firma brasileña Odebrecht reveló que pagó cientos de miles de dólares a su firma consultora hace una década en medio del mayor escándalo de corrupción de América Latina.
En un mensaje a la nación a través de la televisora estatal poco antes de la medianoche del jueves, Kuczynski dijo que no tenía ningún rol en la administración de su empresa Westfield Capital cuando ésta recibió casi 800 mil dólares en pagos a consorcios liderados por Odebrecht.
Por ese entonces, Kuczynski era ministro de Economía y primer ministro del gobierno del entonces presidente Alejandro Toledo (2001-2006).
Kuczynski dijo que "no se corre ni se oculta", que la corrupción en Perú es sistémica y que no se dejará amedrentar por la oposición que domina el Parlamento. "Soy un hombre honesto...no voy a abdicar ni a mi honor ni a mis responsabilidades" añadió rodeado de sus ministros.
El mandatario solicitó a la fiscalía que levante su secreto bancario para comprobar sus afirmaciones, mientras que la mayoritaria bancada opositora dirigida por Keiko Fujimori y otros tres grupos parlamentarios pidieron su renuncia.
El caso Odebrecht involucra a exmandatarios y políticos de la región que supuestamente recibieron millonarios pagos ilegales a cambio de otorgarle a esa compañía grandes obras de infraestructura.
El vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas fue sentenciado el miércoles a seis años de prisión por recibir un soborno de la empresa brasileña. Odebrecht ha admitido haber pagado millones de dólares a funcionarios a cambio de adjudicarse grandes obras en Perú entre 2005 y 2014.
Durante ese lapso gobernaron Toledo, sobre quien pesa una orden de prisión por supuestamente haber recibido sobornos por 20 millones de dólares; Alan García (2006-2011), bajo investigación, y Ollanta Humala (2011-2016), preso por la presunta financiación irregular de su campaña.
Kuczynski llegó al poder el 2016 prometiendo eliminar la corrupción.