El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), abandonó hoy la comisaría de la Policía Federal tras rendir declaración como parte de la investigación sobre corrupción en la estatal Petrobras, informó la prensa local.
El exmandatario dejó las instalaciones policiales en el aeropuerto de Congonhas en el centro de la ciudad de Sao Paulo (sureste), tras prestar declaración durante tres horas y luego se retiró en un vehículo particular.
Lula da Silva declaró en torno al escándalo de corrupción en la estatal Petróleo Brasileño Sociedad Anónima (Petrobras), la empresa más grande del país sudamericano. Al dejar el edificio, el ex mandatario se dirigió a la sede nacional del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), también en el centro de la mayor ciudad de Brasil y Sudamérica.
El ex jefe de Estado fue llevado la mañana de este viernes por agentes de la Policía Federal a declarar tras allanar su residencia. El fiscal del caso, Carlos Fernando dos Santos Lima, afirmó previamente en rueda de prensa que el conjunto de indicios contra el ex mandatario es "bastante significativo".
Señalo que se le acusa de recibir presuntamente de manera directa o a través del Instituto Lula, al menos 30 millones de reales (unos 6 millones de dólares) de las cinco principales constructoras del país involucradas con los desvíos en Petrobras.
La detención de Lula provocó por la mañana que partidarios del ex mandatario y contrarios a él se enfrentaran en diferentes puntos de Sao Paulo.