Matrimonio homosexual trastoca las elecciones presidenciales en Costa Rica

Matrimonio homosexual trastoca las elecciones presidenciales en Costa Rica


El matrimonio homosexual se convirtió en tema dominante en el cierre de campaña electoral en Costa Rica, donde impulsó la candidatura presidencial de un diputado evangélico y llevó a otros aspirantes a adoptar un discurso más conservador.

El tema emergió en la contienda para las elecciones del 4 de febrero tras una opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) que avaló la unión entre personas del mismo sexo.

La opinión fue emitida el 9 de enero por una consulta del gobierno de Costa Rica.

El debate puso en evidencia una tendencia mayoritariamente conservadora de la población costarricense, reflejada en estudios de opinión.

“Estamos hablando de un país conservador, religioso”, comentó a AFP el politólogo Felipe Aguilar, del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Estudios mensuales del CIEP revelan que una tercera parte de la población costarricense se alinea con posiciones conservadoras, frente a un tercio con inclinaciones más liberales.

Aguilar explicó que sondeos mensuales efectuados en los últimos dos años indican que al consultar sobre temas como matrimonio homosexual, uso recreativo de la marihuana, estado laico y aborto en caso de violación, alrededor de 65% se pronuncia en contra, frente a 35% que tiende a respaldarlos.

Un 80% de la población dice que la religión es importante en su vida y 70% se declara católico, según las consultas del CIEP.

Antes de la opinión del tribunal interamericano, la discusión política giraba en torno a la preocupación ciudadana sobre la corrupción y los crecientes índices de homicidio.

Esos temas propiciaron el surgimiento en las encuestas del abogado penalista Juan Diego Castro, postulado por el minoritario Partido Integración Nacional, quien se presentaba al electorado con un discurso de mano dura contra la corrupción y la delincuencia.

Un 80% de la población dice que la religión es importante en su vida y 70% se declara católico, según las consultas del CIEP.



Agrupaciones políticas más tradicionales y organizadas, que han gobernado el país las últimas décadas, han tenido dificultades para impulsar a sus candidatos frente a partidos minoritarios sin mayor estructura, cuyo discurso caló en sectores del electorado.

Según la CorteIDH, las parejas homosexuales deben contar con los mismos derechos de matrimonio que una pareja heterosexual.

Esa opinión aglutinó a un segmento de la población que rechaza el matrimonio homosexual alrededor del candidato Fabricio Alvarado, un diputado y pastor evangélico de 43 años.

Alvarado, del partido evangélico Restauración Nacional, se apuntaló en las encuestas de intención de voto después de declarar en una entrevista que retiraría a Costa Rica de la CorteIDH por la opinión sobre uniones de personas del mismo sexo.

“Costa Rica es un país de valores y principios que queremos que se sigan respetando. Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias en defender esos principios y en defender la soberanía nacional”, declaró Alvarado el lunes en un debate en Radio Monumental, al comentar su posición contra la Corte.

El politólogo independiente Jorge Vega recordó que el gobierno del presidente Luis Guillermo Solís fue el primero en izar la bandera de la diversidad sexual en la casa presidencial, e impulsó políticas para que parejas homosexuales pudieran compartir beneficios de seguridad social.

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