México se alista para contener una nueva caravana de migrantes que se prevé de unos 20 mil integrantes y para ello establecerá una especie de cinturón de contención en el istmo de Tehuantepec, la parte más estrecha del sur de país, 200 kilómetros, y por ende la más fácil de controlar.
Así lo anunció el miércoles la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a su regreso del encuentro que tuvo el martes con su homóloga estadounidense Kirstjen Nielsen, que estaba en Tegucigalpa, donde hace unas horas mantuvo una reunión con sus pares de Honduras, Guatemala y El Salvador para hablar precisamente de estos temas.
Cordero aseguró que la nueva medida no supondrá la militarización de la frontera con Guatemala porque el flujo de personas y mercancías continuará -incluso anunció que se pondrá en marcha un “carril exprés” para el flujo circular de personas- pero se mostró convencida de que con la contención en el istmo se regulará mejor la migración y se evitará que entren personas vinculadas al crimen organizado.
“Vamos a establecer orden para quien ingresa en nuestro país”, afirmó.
Agregó que Estados Unidos no va a dar dinero a México para este fin pero sí colaborará con tecnología e información porque ambos países trabajan para identificar quién está detrás de la que llamó “caravana madre”.