Los 34 estados miembros de la Organización de Estados Americanos analizan este martes 28 de marzo una reunión para analizar la situación en Venezuela, pese a la rotunda renuencia del país sudamericano.
El viceministro venezolano para América del Norte, Samuel Moncada, describió la celebración de la reunión como un “acto hostil” por considerar que un debate sin su autorización equivale a una violación de su soberanía.
Venezuela, Nicaragua y Bolivia expresaron insistentemente su rechazo a la reunión durante una hora, lo que forzó a un voto para decidir si se aprobaba la agenda del encuentro.
La celebración de la reunión extraordinaria recibió 20 votos a favor y 11 en contra, salvando cómodamente la cantidad mínima de 18 votos para proseguir.
Una vez iniciada la reunión, el embajador mexicano Luis Alfonso de Alba Góngora dijo no tener duda alguna sobre la legitimidad de las acciones que adopte la OEA sobre Venezuela y criticó que se invoque el principio de la no intervención “para esconder alteraciones al orden democrático ni para eludir responsabilidad sobre derechos humanos o el estado de derecho”.
De Alba propuso que la OEA se reúna mensualmente para hacerle seguimiento detallado a la situación venezolana.
El organismo celebraba la sesión mientras seguidores del oficialismo venezolano marchaban este martes 28 de marzo en Caracas en rechazo a las posibles sanciones que podría aplicar la OEA al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La OEA convocó a la sesión extraordinaria apenas horas después de que 14 de sus Estados miembros llamaron el viernes a Venezuela a liberar a los presos políticos, convocar a elecciones y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional en una inédita posición conjunta en torno a la crisis del país sudamericano.
Sin embargo, dijeron que la suspensión de esa nación del organismo debería ser la última opción.
Antes de la reunión, el diputado opositor venezolano Luis Florido dijo a reporteros en la sede de la OEA que “el Consejo Permanente puede ayudar mucho” para lograr cuatro metas concretas: que se convoquen elecciones, se liberen a presos políticos, se abra un canal humanitario y se respete a la Asamblea Nacional.
Los venezolanos atraviesan una crisis política, agravada por una inflación galopante y una grave escasez de medicinas y alimentos.