Varios miles de brasileños salieron este domingo a las calles para protestar por la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff y contra el nuevo gobierno de Michel Temer, en una jornada de movilización que será retomada durante la semana por los movimientos de izquierda.
La mayor marcha tuvo lugar en Sao Paulo, donde 10 mil personas, según los organizadores, se manifestaron contra Temer y su gabinete enteramente masculino, así como en oposición al "golpe" del que afirman ha sido víctima Rousseff, apartada del cargo el jueves para ser juzgada por el Senado acusada de maquillar las cuentas públicas.
"No aceptamos un gobierno ilegítimo, un gobierno fraudulento, un gobierno sin representatividad, que vino a cortar derechos. No podemos quedarnos sentados y observar cómo usurpan nuestro país. Por eso, íTemer jamás!", declaró a AFPTV la actriz de 24 años María Bope.
Al final de la marcha, algunos manifestantes se enfrentaron con otros activistas a favor de la destitución de Rousseff, que siguen acampados en la Avenida Paulista, pero no hubo detenidos.
El nuevo presidente interino asumió el poder el jueves con un gabinete conformado sólo por hombres blancos, ricos, conservadores y algunos con casos en la justicia, lo que ha despertado fuertes críticas.
La Unión Nacional de Estudiantes, uno de los movimientos presentes en la marcha, ya anunció que el martes habrá otra protesta en la capital económica del país contra el "golpe".
En su mensaje a la nación poco después de haber sido notificada de su suspensión, Rousseff pidió a sus partidarios que continuaran "movilizados, unidos y en paz". "Brasil tiene hoy un gobierno provisorio, interino y una presidenta electa por 54 millones. Hay un gobierno interino e ilegítimo desde el punto de vista de los votos. Lucharemos para volver", afirmó en un encuentro con la prensa extranjera al día siguiente.
Las protestas de este domingo comenzaron durante la mañana en Brasilia, donde unas 250 personas, según la policía, se concentraron frente al palacio presidencial.
"íGolpistas, fascistas", repetían los manifestantes, que llevaban banderas de Brasil y del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff y Lula."Creemos en Dilma, la queremos de vuelta. Haremos de todo para que esas ratas salgan", dijo a la AFP Elaine Ruas, una promotora cultural de 57 años.
"No se pueden mandar 54 millones de votos a la basura para que estos bandidos tomen el poder", lanzó por su parte Vanderson Silva, un profesor de 32 años.
Mientras, en Belo Horizonte, otro de los polos industriales del sudeste de Brasil, se congregaron unos 5 mil manifestantes, según datos de los organizadores recogidos por el sitio de información G1.
Rousseff, de 68 años, fue suspendida de su cargo durante 180 días, mientras el Senado juzga si cometió un crimen de responsabilidad que pueda derivar en su destitución definitiva.