Los chilenos salieron a las calles este domingo 26 de marzo en Santiago y otras ciudades en una manifestación que se espera masiva para protestar nuevamente contra el sistema de pensiones privado heredado de la dictadura.
Miles de personas se congregaron en las calles de Santiago y marcharon por la tradicional Alameda que cruza la ciudad portando carteles contra las llamadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) introducidas con carácter obligatorio durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La protesta fue convocada por el grupo “No+AFP”, que ha congregado a cientos de miles de personas en el último año en varias marchas en demanda de profundas reformas al sistema de jubilaciones, que en su mayoría son inferiores al salario mínimo de 257 mil pesos (unos 390 dólares).
“Por el nefasto sistema que tenemos en este minuto yo quiero que terminemos con las AFP de una vez por todas. Son los empresarios los que siguen siendo más ricos cada día, y es tiempo de que nosotros, los trabajadores, luchemos por lo que creemos que es correcto”, señaló Domingo Marín, uno de los manifestantes, a The Associated Press.
El modelo vigente obliga a los trabajadores a ahorrar mensualmente un 10% de sus ingresos brutos, cantidad que se acumula en una cuenta individual de donde salen los fondos para pensiones.
Las administradoras calculan las pensiones según las expectativas de vida, y cuando los pensionados cumplen un año más tras su jubilación, les rebajan la pensión para que sus ahorros duren más años porque se estima que vivirán más tiempo que el calculado inicialmente.
Los críticos del sistema afirman que las empresas administradoras obtienen cuantiosos beneficios. Las aseguradoras han reportado “durante los últimos 20 años una rentabilidad anual promedio de 26,3% sobre su patrimonio”, señaló Benjamín Sáez, investigador de la Fundación SOL –institución que investiga temas sociales y de desigualdad en Chile–, en un artículo de opinión en la publicación Ciper.