Miles de guatemaltecos tomaron el miércoles las calles de la capital y varios departamentos para marchar pacíficamente en reclamo de la renuncia del presidente Jimmy Morales, acusado de supuesta corrupción, y de 107 diputados que votaron una controvertida reforma.
En la capital, al grito de "¡Renuncien, corruptos!", los manifestantes, entre universitarios, trabajadores, docentes, campesinos, indígenas y otros partieron desde varios puntos de la ciudad hasta la plaza central de la Ciudad de Guatemala. A su paso, vecinos y comerciantes les entregaban agua y golosinas.
La crisis política en Guatemala se desencadenó tres semanas atrás cuando Morales fue acusado por el Tribunal Supremo Electoral de anomalías en las finanzas del partido que lo llevó al poder cuando era su secretario general. La Fiscalía General -a cargo de Thelma Aldana- y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) solicitaron a la Corte Suprema de Justicia que le retirara la inmunidad para investigarlo por el delito de presunto financiamiento electoral ilícito, pero Morales respondió ordenando la expulsión y declarando persona no grata al comisionado Iván Velásquez, titular de la CICIG, lo que generó críticas a nivel nacional e internacional.
La Corte de Constitucionalidad revirtió la decisión y detuvo la salida de Velásquez. Entonces la Corte Suprema dio trámite a la solicitud para revisar la inmunidad del mandatario y la envió al Congreso, pero los diputados -liderados por la bancada oficial- se negaron a discutir el tema y archivaron el proceso.
En su intento por proteger a los políticos, el Congreso guatemalteco reformó luego el Código Penal y libró de persecución legal a los acusados de financiamiento electoral ilícito al tiempo que modificó la conmutación de penas a quienes cometieran al menos unos 400 delitos.
La población reaccionó con indignación y los acusó de hacer un “pacto de corruptos”.
La reforma al Código Penal fue detenida por la Corte de Constitucionalidad y luego anulada por el Congreso tras fuertes manifestaciones populares.
El miércoles, varias personas en particular denunciaron a los 107 diputados y pidieron a la justicia retirarle sus inmunidades para investigarlos por las reformas hechas. La crisis ya se ha cobrado la renuncia de cuatro ministros y por lo menos 10 viceministros. Los manifestantes reclaman que se le retire la inmunidad a Morales, la renuncia de los 107 diputados del Congreso que modificaron el Código Penal y una reforma a la ley electoral y de partidos políticos.
Morales llegó a la presidencia en 2015 por el Frente de Convergencia Nacional de derecha fundado por exmilitares, algunos de ellos acusados de delitos de lesa humanidad.
Además de la acusación de presunta corrupción, la semana pasada la Contraloría General de Cuentas le ordenó al presidente devolver aproximadamente $61 mil de un sobresueldo que recibía del ejército además de su salario mensual. A su vez su hijo José Manuel Morales y su hermano Samuel Morales están siendo juzgados por los supuestos delitos de fraude y lavado de dinero.