Decenas de miles de surcoreanos tomaron el sábado las calles del centro de Seúl para exigir la renuncia de la presidenta Park Geun-hye, envuelta en un escándalo político que ha afectado a toda la nación.
La protesta se produjo un día después de que Park se disculpó por televisión en directo, en medio de la creciente sospecha de que permitió que una confidente misteriosa manejara el poder entre bastidores.
El descontento social empieza a amenazar su presidencia. En lo que fue la manifestación antigubernamental más grande en la capital en casi un año, los manifestantes usaron palabras contra la presidenta como "traidora" y "criminal" para exigir que dimita.
Portando pancartas, velas y letreros coloridos que decían "Park Geun-hye fuera" y "Traicionados por un gobierno secreto", los manifestantes llenaron una plaza enorme frente a una antigua puerta del palacio así como las calles cercanas, coreando lemas y aplaudiendo por los discursos de los oradores que pidieron la salida de la presidenta, cada vez más impopular.
Luego participaron en una marcha lenta por las calles que rodean el ayuntamiento, coreando frases como "Arresten a Park Geun-hye", "Renuncia, criminal" y "No podemos aguantar más", antes de regresar a la plaza y escuchar más discursos que continuaron por la noche.
"Park debe hacer frente a la investigación de los fiscales y renunciar por sí misma. Si no lo hace, los políticos deberían someterla a juicio político", dijo Kim Seo-yeon, uno de los muchos estudiantes universitarios que participaron en la protesta.